Estaban presentes en el salón principal de Naciones Unidas en Nueva York, el canciller Héctor Timerman; el ministro de Economía, Axel Kicillof; la embajadora en Estados Unidos, Cecilia Nahón; y la representante ante el organismo multilateral, María Cristina Perceval.
El documento que adoptado por el Comité sobre Procesos de Reestructuración de Deuda de ONU en julio. Aprobados por mayoría simple, los nueve principios que buscan limitar el accionar de los fondos buitre, deberán ser seguidos y respetados en las futuras reestructuraciones de deudas soberanas.
La resolución apunta a que se respeten los nuevos principios relativos a la reestructuración de las deudas soberanas, es decir, si una mayoría acepta el arreglo propuesto por el Gobierno, el resto debe acogerse a esa decisión e impide que se siga litigando ante tribunales particulares.
Los principios adoptados por el Comité Ad Hoc luego de más de seis meses de trabajo que involucró a expertos y analistas internacionales, son los de soberanía, buena fe, transparencia, imparcialidad, tratamiento equitativo, inmunidad soberana, legitimidad, sostenibilidad y reestructuración de la mayoría.
Axel Kicillof que participó de la votación podría aprovechar el viaje para mantener también reuniones con los abogados que representan a la Argentina ante el tribunal del juez norteamericano Thomas Griesa.
La resolución apunta a que se respeten los nuevos principios relativos a la reestructuración de las deudas soberanas, es decir, si una mayoría acepta el arreglo propuesto por el Gobierno, el resto debe acogerse a esa decisión e impide que se siga litigando ante tribunales particulares.
Esta semana, la iniciativa recibió el respaldo de 19 economistas internacionales que pidieron a los países europeos que la apoyen, entre los que figuran Thomas Piketty (Paris School of Economics), autor del libro "El capital en el siglo XXI"; el exministro griego Varoufakis Yanis; Galbraith James (Universidad de Texas), Flassbeck Heiner (exjefe de la UNCTAD) y Guzmán Martín (Universidad de Columbia), entre otros.
Los economistas destacaron que la "observancia de tales principios habrían evitado los escollos de la crisis griega, en la que los representantes políticos cedieron a las demandas de los acreedores a pesar de su falta de sentido económico y su impacto social desastroso".
FUENTE: M1