En 1973, por el caso Roe vs Wade, la Corte Suprema estadounidense despenalizó el aborto en los 50 estados del país hasta el tercer trimestre. Así, se dictaminó que la mujer tiene el derecho a la libre elección sobre su cuerpo, derivado del derecho constitucional a la privacidad.
A pesar de esto, el poder legislativo de Alabama aprobó la ley que prohíbe el aborto en cualquier momento de la gestación, inclusive para casos de violación e incesto. Sólo se deja una pequeña permisibilidad, en caso de riesgo grave de vida de la madre. Sobre los médicos que lleven adelante la práctica, pueden llegar a caer hasta 99 años de cárcel. La ley entraría en vigor en noviembre si no es bloqueada antes por alguna otra instancia legislativa.
Como vemos, esta nueva ley no se corresponde con la vigente en los Estados de Norteamérica, que permiten que la mujer tome decisión sobre su propio cuerpo, a la hora de interrumpir un embarazo no deseado. Inclusive podemos decir que hay una regresión en la legislación de abortos, hasta las primeras décadas del 1900, cuando sólo se contemplaba como legal en determinados casos.
Alabama, con el apoyo del ala republicana a la Ley de Protección de la Vida Humana, como fue llamada, se convertirá así en el estado con la prohibición sobre abortos más restrictiva en todos los Estados Unidos.
Ivey mencionó que la aprobación de la ley, por amplia mayoría, muestra la creencia de la gente de Alabama, de que “cada vida es preciosa y un regalo sagrado de Dios”. Por su parte, el presidente Trump, se posicionó en twitter sobre la decisión de la gobernadora, afirmando que él es “provida con 3 excepciones: violación, incesto o protección de vida de la madre”, expresando así que no está de acuerdo con las medidas tomadas.
Si bien otros estados de Norteamérica también han intentado aplicar reformas restrictivas sobre la intervención voluntaria del embarazo, tales no han llegado a ser aprobadas, ya que las leyes de los estados no pueden contradecir a la del Supremo. Pero, aun así, estos estados están intentando llegar al máximo tribunal, y crear una provocación, para que se cambie la jurisprudencia establecida en 1973. Los esfuerzos por modificar la ley de abortos se encendieron aún más con el nombramiento, en el Tribunal, de jueces de clara postura conservadora, como Brett Kavanaugh, que se identifica abiertamente contra el aborto.
Claramente una legislación tal no iba a pasar desapercibida en los sectores que defienden los derechos de las mujeres, por lo que en los siguientes días hubo numerosas manifestaciones en contra de la nueva ley en ciudades importantes de Alabama. También muchas artistas, que apoyan la libre elección de la mujer sobre su cuerpo, compartieron en sus redes sociales la frase “los hombres no deberían legislar sobre los cuerpos de las mujeres”, algunas de ellas fueron Rihanna, Lady Gaga, Ariana Grande, Courteney Cox, y Gigi Hadid.
Si bien lo más probable es que la ley no llegue a efectivizarse, como ha pasado en otros estados, y que representaría una victoria para las mujeres de Alabama, no podemos dejar de estar alerta a estos movimientos restrictivos que buscan barrer aquellos derechos ganados hace ya tiempo.
(*) Analista del Centro de Estudios Políticos Internacionales (CEPI)