Hace dos semanas, en esta misma columna, hablamos de la gestión de la Alianza Cambiemos en materia de contenidos de TV y cómo favorece a la TV Paga y a los canales privados con los derechos de transmisión del Fútbol. Allí usamos el ejemplo de la Eurocopa y su transmisión por el canal de la Ciudad de Buenos Aires, que no se ve de manera abierta.
En estos días se registraron movimientos que motivan que volvamos a ocuparnos. La semana que pasó los clubes nucleados en la AFA determinaron que se va a poner en marcha un torneo de primera división llamado Superliga. Pese a no tener muchas diferencias con lo que se venía jugando hay algo que resulta significativo, se determina que tendrá una estructura administrativa por fuera de la jurisdicción de la AFA, lo que entre otras cosas impacta en la titularidad de los derechos de transmisión.
Pese a que la AFA había cedido los derechos del Fútbol para Todos al Estado hasta el año 2019 en aquel convenio de 2009, y si bien Mauricio Macri se había comprometido en campaña a mantener el programa, los movimientos de las últimas semanas evidencian que hay un conjunto de voluntades empresarias dispuestas a retomar el control del negocio. La pregunta es si seguirá siendo abierto y gratuito para todos y todas o volveremos al modelo en el que solo los que paguen tengan acceso a tenerlo en sus pantallas.
ALGO DE HISTORIA
La propuesta de transmitir de manera abierta y gratuita los partidos de la liga mayor del fútbol argentino nació al calor del incremento de los gastos de los equipos argentinos y la reticencia del Grupo Clarín en aquel momento, a la demanda de mayor dinero a cambio de los derechos. Recordemos que de manera gradual el fútbol fue introduciéndose en las pantallas televisivas, primero con “la captura” de los goles que no podían ser emitidos hasta que los diera el programa Fútbol de Primera, luego la transmisión de algún partido, posteriormente el clásico, hasta integrar la totalidad de la oferta en la TV Paga e incluir los pagos adicionales por el codificado.
En 1985 la empresa Torneos y Competencias inicia su relación con la AFA para transmitir fútbol por televisión y en 1990 comienza la transmisión en el cable con los codificados. La AFA cedía la exclusividad de la transmisión de los partidos a cambio de un dinero que necesitaba con urgencia. Sucesivas renegociaciones extendían la exclusividad hasta el año 2014. Algunos partidos se transmitían en canales que estaban integrados al paquete básico de señales, y otros —los de mayor audiencia potencial— solo podían ser vistos si se pagaba una suma adicional, el Pay Per View, castellanamente: pagar para ver.
El fenómeno saliente fue que el Grupo Clarín operaba en dos lados del negocio, era dueño de los derechos de transmisión del Fútbol de Primera división, a través de un entramado de empresas que hacían poco transparente su participación, y a la vez era dueño de Multicanal, una de las operadoras de TV por cable de mayor cantidad de abonados.
En aquellos años, la competencia de la industria del cable era mayor a la que hay hoy. Multicanal competía con Cablevisión (a quien Clarín no había comprado todavía) en numerosas localidades. También había otros operadores importantes aunque de menor peso: Teledigital (propiedad de Cablevisión), Telecentro (de la familia Pierri), Supercanal (de Daniel Vila y José Luis Manzano) y —hasta 1997 en que fue adquirida por partes iguales entre Multicanal y Cablevisión— VCC (de la familia Liberman). También había muchos operadores de menor tamaño, organizados en grupos algunos casos, “sueltos” en otros. Y en gran cantidad de localidades había competencia entre ellos, es decir que el cliente podía optar si contratar a tal o cual empresa.
En esa disputa, que la empresa del Grupo Clarín fuera titular de los derechos del fútbol la hacía tener una ventaja muy importante porque o bien negaba los derechos de transmisión a sus competidores o les imponía un costo abusivo por los mismos. De cualquier modo los dejaba fuera de carrera y, con esas prácticas predatorias, se fue haciendo de numerosas empresas del ramo tal cual expresa quien fuera socio del Grupo, Carlos Ávila, sus socios “comenzaron a utilizar el producto para ir adquiriendo los cables en distintas zonas”.
Como explicamos en el artículo anterior, estas prácticas fueron bien documentadas y explicadas por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia en estudios y dictámenes. También es interesante leer la descripción de la situación realizada por la Cámara de Cableoperadores Independientes en la Audiencia Pública convocada por la Cámara de Diputados en 2009 previo al tratamiento de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
LOS AÑOS DEL FÚTBOL GRATUITO
A partir de la firma del convenio de 2009 entre la AFA y el Estado los partidos de Primera División estuvieron disponibles en la televisión abierta, de manera gratuita. El sistema contemplaba la posibilidad de que los canales privados que lo solicitaran pudieran transmitir los partidos, pero aseguraba que los de mayor audiencia potencial fueran emitidos por el Canal 7 (la TV Pública) de modo de maximizar la llegada. El Canal 7 es el único canal que tiene autorización para llegar a todo el país, ya sea por medio de su emisión central en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires como por sus repetidoras, la TDA (televisión digital) y las señal que retransmiten las empresas de TV Paga (cable y satelital).
Con el triunfo de Mauricio Macri en las elecciones de noviembre de 2015 el Fútbol para Todos entró en una zona gris. En tiempos anteriores, el ahora Presidente solía afirmar que a su criterio este programa no debería existir, pero sobre el final de la campaña presidencial modificó su postura pública y solo planteó cambios "El Fútbol para Todos va a seguir, pero sin política, y la publicidad no va a ser oficial".
https://youtu.be/WELm-rD6PwE
Los torneos de 2016 mostraron algo de esto último, con el agregado de que los partidos de mayor rating fueron entregados a Canal 13, América y Telefé, canales que solo transmiten de manera abierta para la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires. Así que por fuera de ellas se volvió a la necesidad del cable o el bar con televisor.
La Copa Argentina también sufrió los cambios, aunque de manera más abrupta. Desapareció por completo de las pantallas abiertas y es casi imposible difícil encontrar la información de cuales son los canales de televisión la transmiten. “Clarín empieza otra vez a alambrar el fútbol” afirmó Oscar Nocetti el titular de la Cooperativa Popular de Electricidad de Santa Rosa (CEP), al denunciar que la transmisión de Boca Juniors vs. Güemes (SE) solo pudo ser sintonizada en el Canal Metro, propiedad del Grupo Clarín, que por supuesto no está presente en la grilla de todos los cables, solo en la de Cablevisión.
“Alambrar” el fútbol significa, ni más ni menos, que volver a tiempos en los que las empresas debían comprarle contenidos al Grupo o resignarse a que sus abonados no pudieran ver los partidos, que si pasaban por el cable de su propiedad, hoy Cablevisión. La CEP es, además, una de las cooperativas que pudo acceder a una licencia para dar TV Paga a partir de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA).
Volver a los tiempos de la privatización del Fútbol televisado representa la vulneración del derecho a la información de los ciudadanos que el articulado de esa Ley reparó. Justamente en los artículos 77 al 80 de la LSCA, que están vigentes, se incorporó la obligación del Estado de garantizar “el derecho al acceso universal —a través de los servicios de comunicación audiovisual— a los contenidos informativos de interés relevante y de acontecimientos deportivos, de encuentros futbolísticos u otro género o especialidad”. La establece que e PEN deberá adoptar “las medidas reglamentarias para que el ejercicio de los derechos exclusivos para la retransmisión o emisión televisiva de determinados acontecimientos de interés general de cualquier naturaleza, como los deportivos, no perjudique el derecho de los ciudadanos a seguir dichos acontecimientos en directo y de manera gratuita, en todo el territorio nacional”.
El problema es que el encargado de elaborar el listado era un organismo que el Decreto 267/2015 de Macri eliminó por completo: el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual. Sus funciones fueron trasladadas “transitoriamente” al Ministerio de Comunicaciones y el mismo Decreto le otorgaba 60 días para elaborar las funciones del nuevo “Consejo Federal de Comunicaciones” que el Decreto creaba. Han pasado más de 200 días desde la firma de ese Decreto y por lo visto el ministro Aguad no ha tomado nota de sus obligaciones.
Y AHORA QUE PASA, EH?
La noticia de que los representantes de los clubes aprobaron en la última Asamblea la realización de la Superliga no sorprendió a nadie. Hace meses que habla de ella y en todo caso lo más importante será ver de qué manera resuelven los clubes la cuestión de los derechos de transmisión.
La Superliga nace dentro de la AFA pero con independencia de movimientos. Esa libertad de administración hace pensar a los clubes que la oferta de 2.500 millones de pesos que el Estado realizó para seguir con la transmisión, podría ser el piso si pudieran manejar los derechos para otras plataformas y mercados. La realidad del fútbol vernáculo, que desde hace mucho no logra coronar en los torneos continentales de clubes y de selecciones no parecería ser de gran atractivo allende los mares. Máxime teniendo en consideración la ausencia de figuras en nuestro fútbol y la diferencia horaria que existe con los mercados europeos.
Adicionalmente se sabe que se encuentra abierta una negociación con la empresa de origen estadounidense Turner, cuya nave insignia es la CNN, dispuesta a ofrecer como piso un 20% más que lo que la administración Macri ha ofrecido hasta ahora. Turner estaría cerca de cerrar trato por la adquisición de Telefé que integran el canal 11 de Buenos Aires y la red de 8 canales de aire, ubicados en Córdoba, Rosario, Mar del Plata, Santa Fe, Tucumán, Bahía Blanca, Neuquén y Salta. Si a ellos se le suma la fortaleza que la empresa tiene en materia de señales para la TV Paga (TNT, TCM, CNN en español, Cartoon Network, TNT Series, I—Sat, Space e Infinito, entre otras), estaríamos en presencia de un jugador de mucha fuerza.
La serie de tuits de Horacio Gennari, director del programa AFA — Fútbol Para Todos aporta información para imaginar como desde adentro piensan el futuro. La pregunta que sobreviene es acerca de la posición de Clarín respecto del posible ingreso de Turner a la TV abierta y al negocio del Fútbol. En ambos casos el gobierno puede intervenir, aunque de diferente forma. En la venta del canal, a través del ENACOM, aunque al flexibilizar la Ley de SCA eliminó el requisito de autorización previa de cualquier transferencia de licencias, ¿se estarán arrepintiendo? En lo que a la AFA incumbe, el gobierno tiene en Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors a su principal operador, habida cuenta de que el relator militante Fernando Niembro ya no forma parte del mejor equipo de los últimos 50 años.Con el adicional de que el mismo Angelici es un importante empresario de las apuestas y este podría ser un “negocio colateral” recién revelado por el diario Tiempo Argentino.
https://twitter.com/horaciogennari/status/753429150422163456?ref_src=twsrc%5Etfw
Entre los anuncios de licitaciones públicas y transparencia declamados por los dirigentes de AFA y la realidad, que cruza la supervivencia de los clubes con el negocio de los contenidos, junto a la ambición de Macri por destruir todo lo que suene a kirchnerismo, lo único seguro es que el futuro de las transmisiones de Fútbol cada vez está más lejos del Estado.
Y esa no es una buena noticia para quienes pensamos que no hace falta vivir en Cuba para que toda la población pueda seguir teniendo acceso al Fútbol por TV sin tener que pagar por ello.
FUENTE: Va Con Firma