El abismo ideológico entre la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump se hizo notorio en temas como la economía, comercio, impuestos, empleo y salario mínimo, durante el primer debate presidencia que tuvo lugar n la Universidad de Hofstra (Nueva York).
Trump volvió a culpar a otros países de las dificultades en la economía estadounidense y defendió sus ideas aislacionistas: "Nuestros trabajos están marchándose a México a China. Están usando a nuestra nación como una alcancía para reconstruir China y otros muchos países están haciendo lo mismo".
Por su lado, Clinton, aunque se mostró contraria al acuerdo de libre comercio transpacífico (TPP), se mostró más pragmática y dijo que lo que EEUU necesita es que "los acuerdos comerciales trabajen para nosotros".
"El comercio es la única opción que tenemos para mejorar nuestra economía", dijo Clinton, mientras que Trump calificó el acuerdo de libre comercio alcanzado por el marido de la candidata demócrata, Bill Clinton (1993-2001), con México y Canadá, como "quizá el peor acuerdo comercial que se haya firmado nunca".
"Es lo peor que le ha pasado a este país en 30 años", aseguró el magnate inmobiliario, que prometió revertir ese acuerdo comercial, al que culpa del "robo" de miles de puestos de trabajo en el cinturón industrial de EEUU en beneficio de México.
La candidata demócrata defendió su plan fiscal para hacer que los ricos paguen más impuestos y acusó a su rival de defender la teoría de que bajando los impuestos a los más ricos se reactivará la economía y los pobres acabarán beneficiándose también, conocida como la teoría del derrame, consignó la agencia EFE.
"Necesitamos una economía justa, aumentar el salario mínimo, equiparar el salario de hombres y mujeres y pagar bajas (por maternidad o enfermedad) a las familias", defendió Clinton, al tiempo que aseguró que "los ricos deben pagar lo que justamente les corresponde".
Pero Trump también responsabilizó la pérdida de puestos de trabajo en EEUU a que las empresas, con el sistema impositivo actual tienen tantos gravámenes que acaban por invertir en el extranjero, y luego no repatrían los réditos de sus inversiones también debido a los impuestos, un problema que prometió resolver con su plan fiscal.
"La culpa la tienen los políticos, como la secretaria Clinton", dijo Trump, que acusó a su rival demócrata de imponer regulaciones a las actividades económicas, mientras que él, que se presenta como un empresario de éxito y buen negociador, prometió eliminarlas.
La antigua secretaria de Estado dijo que Donald Trump fue muy afortunado, porque empezó su negocio con 14 millones de dólares prestados por su padre, recordó que se declaró en bancarrota en seis ocasiones y se preguntó si es a una persona así a quien se le va a dejar gestionar la deuda del país.
FUENTE: Télam
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Abbondanzieri