Los santafesinos mantuvieron la tendencia de las generales provinciales de junio pasado y, subidos a la ola nacional, le dieron ayer una contundente victoria a la fórmula presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández - Cristina Fernández de Kirchner, sobre el binomio de Juntos por el Cambio, Mauricio Macri - Miguel Pichetto, por casi diez puntos de diferencia. En tanto, la polarización dejó a Consenso Federal, fuerza respaldada por el socialismo, en tercer lugar.
Con el 95,80 por ciento de las mesas computadas y un 73,82 por ciento de participación ciudadana (2.647.673 electores) en las Paso, el Frente de Todos cosechaba 831.722 votos (43,62 por ciento), seguido por Juntos por el Cambio (646.036 sufragios, 33,88 por ciento) y Consenso Federal (232.060 voluntades, 12,17 por ciento), que llevó la fórmula Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey.
En tanto, el Frente NOS se alzaba con el 3,01 por ciento de los votos, seguido por Unite por la Libertad y la Dignidad (2,94 por ciento), Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad (1,95 por ciento), Movimiento al Socialismo (0,56 por ciento), Frente Patriota (0,18 por ciento), Partido Autonomista (0,15 por ciento) y Movimiento de Acción Vecinal (0,11 por ciento).
En un marco de extrema polarización entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, Santa Fe hizo valer su peso político por tratarse del tercer distrito electoral del país (lo preceden las provincias de Buenos Aires y Córdoba).
El triunfo de la fórmula F-F se cimentó en los grandes centros urbanos, sobre todo en el departamento Rosario, donde sacó 20 puntos de ventaja (ver página 6). Las medidas económicas (y sus efectos negativos) aplicadas por el gobierno de Macri golpearon a los sectores productivos, en especial a empresas del Cordón Industrial.
En cambio, al presidente, cuyo sueño de reelección quedó al lado del camino, le fue mejor en los departamentos con desarrollo sojero. Gran parte del centro-oeste provincial le brindó su respaldo, aunque se trata de una zona con menor densidad poblacional.
Respecto de su estrategia, el Frente de Todos buscó compensar en Santa Fe los números adversos en Córdoba, al tiempo que alimentó su campaña con el reciente triunfo en los comicios a gobernador y la nada desdeñable performance rosarina, que dejó al PJ cerca de la Municipalidad.
Cuando los festejos despuntaban, Ricardo Olivera, presidente del justicialismo santafesino, admitió no estar sorprendido por el resultado, aunque sí por "la mayor diferencia". Y enfatizó: "Sin ninguna dudas influyó la victoria de Omar Perotti, como también el trabajo posterior de todo el peronismo, que siguió unido".
Previamente, las mesas testigo del Frente de Todos dieron una clara diferencia a favor de Fernández en Santa Fe. Incluso, Olivera se sumó a las voces que alertaron sobre los problemas con el recuento provisorio.
Al filo de la medianoche, Perotti habló a la militancia en la sede del peronismo provincial. "El futuro (del país) es lo que seamos capaces de construir", aseguró el gobernador electo, que también felicitó a la fórmula F-F. De la mano del senador nacional, el peronismo le puso fin a doce años de gestión del Frente Progresista (FpCyS) en la Casa Gris.
Respecto de Juntos por el Cambio, las Paso certificaron una tendencia en baja, que quedó expuesta con el tercer lugar obtenido en los últimos comicios provinciales.
Cuatro años atrás
En las primarias del 9 de agosto de 2015, Daniel Scioli (Frente para la Victoria, FpV) también había ganado en Santa Fe. Fue, por lejos el candidato más votado, aunque la sumatoria de sufragios entre los contrincantes de Cambiemos (Macri, Elisa Carrió y Ernesto Sanz) achicó la diferencia.
El resultado territorial en la provincia fue tan parejo como en el total santafesino: Scioli y Macri se repartieron casi en idéntica proporción los 19 departamentos.
FUENTE: La Capital
EDICIÓN Y RELEVAMIENTO: Santiago Toffoli