"Lo que sucedió es que se conoció una copia del acuerdo entre la empresa Arsat y la estadounidense Hughes, y allí se puede ver que es lo que se acordó" destacó Aliaga, que confirmó a la vez, la veracidad de este documento:"esta firmado por las empresas, por lo tanto, la dirección de Arsat tuvo que publicarlo y admitir que la situación era real; a pesar de que el acuerdo tenia una clausula de confidencialidad".
En lo que se refiere al contenido del polémico documento, el físico explicó en que consiste el acuerdo: "no es una privatización de la empresa, pero eso no quiere decir que no sea algo peor. Establece la creación de una nueva sociedad llamada Newco que se encargaría de fabricar y operar el satélite Arsat III". Y agregó que "en esta nueva sociedad Arsat no puedo tener más del 49% de las acciones, por lo cual le cede el control a Hughes para que pueda elegir la política de la empresa, los gerentes y empleados".
"En lo que respecta al uso del satélite: Arsat cede a la empresa estadounidense la capacidad para proveer el servicio de Banda Ka, que es la apropiada para dar servicio de banda ancha satelital. Esta es una característica que los otros satélites no tienen, y la diferencia es que las bandas que proveen son más aptas para comunicaciones: radio, televisión y telefonía" resaltó el ex Subsecretario de Evaluación Institucional del Ministerio de Ciencia, que mostró su disconformidad sobre el camino que está tomando el gobierno nacional en el desarrollo de una política científica y tecnológica.
"Se compromete a aportar 230 millones de dolares para la fabricación, que era exactamente a lo que ya estaba comprometida la empresa. Por lo tanto, se esta regalando a una empresa extranjera la provisión de un servicio clave para el desarrollo tecnológico nacional, que permitiría poner más satélites en órbita" sentenció Aliaga sobre el rol que jugaría la empresa nacional, de mantenerse este acuerdo.
(*) Analista de Fundamentar