"Hasta aquí, dada la ´garúa de inversiones´, el despliegue de la mayor fuga de capitales de los últimos cinco años y el rotundo fracaso del blanqueo, el modelo sólo cierra con endeudamiento en divisas, tanto con actores externos como con residentes", destaca CEPA.
Así, en lo que va del año, según el informe, se tomaron u$s 64 mil millones brutos de deuda, lo que representa el 15% del PBI; en términos netos, significan algo más de u$s 34 mil millones (8% del PBI).
El destino de estos fondos es harto conocido, según CEPA: "Financiar la fuga, engrosar momentáneamente las reservas y re-pagar deuda. Asimismo, otra parte de ese endeudamiento en divisa tiene nunca tuvo como contraparte el ingreso de dólares al Tesoro".
En muchos casos, prosiguió, "la denominación de los activos es en dólares pero la suscripción es en pesos; es decir, en muchos instrumentos colocados (letras del tesoro y algunos bonos) el gobierno recibió pesos y se comprometió a devolver dólares físicos".
Mientras tanto, subraya CEPA, "el endeudamiento en pesos no aminora su marcha: entre pases y Lebac el BCRA debe re-pagar en septiembre un monto equivalente al 53% de la base monetaria y el 78% de las reservas (que disminuyeron en más de mil millones en agosto).
"Durante el mes de agosto se terminó de asentar el modelo monetario-financiero buscado por el gobierno. La consolidación de la recesión y el ancla cambiaria sostenida con endeudamiento en divisa desplomaron la inflación y permitieron avanzar sobre el rearmado general de las variables monetarias y financieras", añadió.
FUENTE: Ámbito
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Camila Abbondanzieri