Mucho se ha dicho y escrito en las últimas 24 horas respecto del proceso electoral del 27 de octubre en Rosario. La multiplicidad de miradas enriquece pero también, a veces, puede confundir cuando existe la clara intención de ocultar lo que está a la vista y no se quiere explicar al resto. Hay cuatro cosas que aún no se dijeron de los resultados del domingo en el plano local:
1. En Rosario la Boleta Única le jugó en contra al Frente Progresista Cívico y Social.La diferencia de 16 puntos a favor de Hermes Binner respecto de Miguel Capiello no pudo evitarse ni con el decisivo hecho de que el Ejecutivo provincial eligió para los comicios, las mismas fechas que la nación con el fin de traccionar votos a través del ex gobernador santafesino. Fue llamativo que en los discursos del domingo en el Patio de la Madera nada se dijera de las bondades del reciente sistema de votación impuesto.
2. Si a nivel municipal, también una elección de medio término sirve como plebiscito de gestión, es más que obvio que la gestión de Mónica Fein no es la mejor de la historia del socialismo. En la mañana del lunes, algunos analistas (funcionales al socialismo vernáculo) intentaron poner como elemento influyente en el proceso electoral a las dos desgracias sociales que vivió Rosario: la explosión de calle Salta y lo acontecido en el Internacional Park. Ese no parece ser un atenuante a la hora de contar los porotos. Al interior del PSP, la intendenta rosarina debe ser la más preocupada con los números locales ya que la deja en una condición de debilidad legislativa que la obligará a negociar ordenanza por ordenanza con el conjunto de los bloques. Hasta ahora, el PRO se ha mostrado proclive a muchos acuerdos tácitos.
¿SEGUIRÁ LA MISMA ESTRATEGIA DE CARA AL 2015?
3. Respecto de las P.A.S.O. las cinco listas que lograron hacer ingresar concejales al Palacio Vasallo, mejoraron su perfomance en números absolutos. Pero al medirlo en porcentajes la situación no es común: creció levemente el oficialismo, decreció por pocos decimales el Frente para la Victoria, cayó dos puntos la candidatura de Jorge Boasso, sumó más de cuatro puntos el PRO y apareció la sorpresa de Carlos Cossia como futuro concejal. Un llamado de atención para los equipos técnicos del socialismo: en la noche del domingo sus famosas “mesas testigo” informaron que habían obtenido 5 concejales. Los números finales (provisorios) parecen indicar otra cosa. Ya es sabido, nada es para siempre.
4. Capiello mejoró resultados en seccionales que había perdido en las primarias. Esta vez se impuso en las primeras 16 de Rosario. No es un dato menor, como tampoco lo es que la candidatura de Héctor Cavallero se impuso en reductos donde la mano del Estado municipal parece no haber llegado nunca en las últimas décadas. Cabe la pregunta contrafáctica (el lector decidirá si la utiliza), de saber que hubiera pasado si Sebastián Artola no hubiera apostado al proyecto individual aceptando jugar dentro del esquema del Frente Para la Victoria. Mucha estructura de campaña puesta al servicio de un candidato desconocido no siempre redunda en resultados beneficiosos y el egoísmo en política, a veces, suele pagarse muy caro. Pero en definitiva, la búsqueda de esta respuesta no tiene mucho sentido, dado que los resultados están puestos. Pero servirá, seguramente, para replantear apetencias personales de cara a un 2015 donde nadie regalará nada. O no?
(*) Analista político de la Fundación para la Integración Federal