Barack Obama ha llevado el debate electoral al sensible terreno de los impuestos al proponer este lunes una reducción de las cargas fiscales para la clase media . El presidente asegura que este es el mejor modo de crear puestos de trabajo y de devolver la prosperidad a la mayoría de la población. "Nuestra máxima prioridad tiene que ser dar a las familias de clase media y a las pequeñas empresas lo que merecen", aseguró Obama en un acto organizado desde la Casa Blanca
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso ayer al Congreso reducir los impuestos de la clase media y volvió a plantear el aumento de la carga impositiva para los más ricos del país. En una declaración brindada desde la Casa Blanca, el mandatario llamó al Congreso a extender la reducción de impuestos para el 98 por ciento de los estadounidenses que gana menos de 250.000 dólares anuales y terminar con las beneficios impositivos para los más adinerados. Con este anuncio, el mandatario pidió básicamente por la extensión de reducciones impositivas promulgadas por el presidente George W. Bush que expirarán a comienzos de año, pero que esta vez incluya sólo a las familias que estén encuadradas en esa cantidad de ingresos por año, dejando afuera de estos beneficios a los más ricos.
"No estoy proponiendo nada radical. Solo creo que todo el que gane menos de 250.000 dólares al año debería volver a pagar los impuestos que pagaba bajo (la administración de) Bill Clinton", dijo Obama, mencionando que esto generaría mayor creación de empleos y prosperidad para la clase media. "A su vez, es hora de dejar que la reducción impositiva para los estadounidenses más adinerados termine", agregó mencionando que él mismo estaría entre este grupo reducido de personas que dejarían de percibir los recortes.
Con una Cámara baja de mayoría republicana, la propuesta tiene pocas probabilidades de llegar al Senado demócrata. No obstante, la decisión de reinstaurar la discusión sobre el tema toma otra relevancia en plena campaña electoral. Así, Obama reforzó su defensa por la clase media frente a su adversario a la presidencia, el multimillonario Mitt Romney, quien junto a la mayoría de los republicanos apoya los recortes de impuestos a los más ricos. En ese sentido, el demócrata, que busca otros cuatro años de permanencia en Washington, convocó a los ciudadanos a acompañar su propuesta y expresar su apoyo en las urnas el 6 de noviembre. "El futuro de la reducción impositiva para los estadounidenses más adinerados será decidido por los resultados de la próxima elección. Mi oponente peleará por dejarlos en su lugar. Yo pelearé por terminar con ellos", afirmó el mandatario norteamericano. El anuncio de Obama se produjo en el primer día laboral desde que se conocieran, el pasado viernes, las decepcionantes cifras del desempleo. De acuerdo con los datos oficiales, la cifra de desocupación quedó prácticamente invariable en 8,2 por ciento después de que la economía no lograra crear más que unos 80.000 nuevos puestos de trabajo en junio, menos de lo que esperaban los analistas.
Su llamamiento coincide además con el primer día de trabajo del Congreso tras el receso que se tomaron los legisladores por la fiesta nacional del 4 de julio, en una semana en la que los republicanos tienen previsto votar en la Cámara de Representantes para revocar la reforma sanitaria de Obama, recientemente refrendada por la Corte Suprema. Los demócratas acusaron a los republicanos de centrarse más en revocar políticas del presidente de Estados Unidos que en buscar fórmulas para mejorar la economía, tema clave de cara a las elecciones de noviembre.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Victoria Cerrano
FUENTE: Página/12