La titular del Fondo Monetario Internacional presionó para que el bloque trace una estrategia de crecimiento. La alemana Merkel dijo que la Zona Euro debe estar lista a ceder competencias nacionales si se quiere un control internacional del sistema bancario.
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El euro se bate a duelo en un callejón sin salida con un pistolero a sueldo que ya se cargó a varios parroquianos. El Fondo Monetario Internacional (FMI) salió a dar indicaciones y señaló que el Viejo Continente debe llevar adelante iniciativas para enfrentar la crisis económica, y que quedan menos de tres meses para salvar a la moneda europea. Esas fueron las palabras en boca de Christine Lagarde, titular del organismo financiero internacional, durante un discurso sobre la próxima cumbre de Medio Ambiente Río+20. La funcionaria hizo hincapié en la necesidad de un plan para lograr estabilidad y crecimiento. "Necesitamos una estrategia que sea buena para la estabilidad y el crecimiento", dijo, al tiempo que destacó que eso debe comenzar por las economías avanzadas, especialmente en Europa. "Las autoridades necesitan tomar medidas decisivas para liberarse de la crisis", sostuvo. Lagarde respondió de ese modo a la estimación que había hecho el millonario George Soros, quien afirmó tiempo atrás que Europa tenía sólo tres meses para salvar su moneda.
"La construcción de la Eurozona ha llevado tiempo y es un trabajo en marcha en este momento", dijo Lagarde. Respecto de la posible salida de Grecia del euro, la abogada francesa se limitó a señalar que va a depender de una cuestión de voluntad y de determinación política. Al referirse a Grecia, la titular del FMI pidió perdón por sus fallidas declaraciones sobre la evasión fiscal. Aseguró que sus comentarios fueron tomados de forma enardecedora y significaron una ofensa. Y consideró que el cumplimiento tributario es algo necesario para restaurar la situación de cualquier país, entre ellos Grecia. "Se necesita reducir el déficit fiscal de manera gradual y constante", aseguró Lagarde, y dejó entrever que eso no debe significar necesariamente que los países deban apretarse el cinturón, pero que es necesario ser consistente.
El viernes, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se refirió a la situación económica en Europa que afecta a su país. El mandatario reconoció que la crisis lo preocupa profundamente. "En Europa tienen que estabilizar el sector financiero e inyectar capital para reactivar la economía", recetó. "Estamos luchando para salir de la crisis económica desde el 2008. Nos importa la crisis europea, la española", manifestó, y agregó que si hay menos demanda desde París o Madrid, hay menos negocio en Pittsburgh o Milwakee.
Por su parte, la jefa del gobierno alemán se sumó al debate sobre la situación económica en Europa. Mientras se prepara a lanzar una ofensiva contra el proteccionismo en la próxima cumbre del G-20 en México, Angela Merkel advirtió que sería fatal interrumpir el camino del saneamiento justamente cuando algunos países comenzaron ese recorrido. "Las medidas proteccionistas no estimulan el crecimiento de la economía", señaló un vocero cercano al gobierno alemán. "Alemania –añadió la misma fuente– es consciente de que no será fácil obtener un freno a las medidas proteccionistas debido a la oposición de algunos países."
La cumbre del G-20 se realizará en Los Cabos, Baja California, México, el 18 y 19 de este mes. "La responsabilidad de la crisis se apoya sobre muchas espaldas, por lo que la discusión no se puede reducir a la Zona Euro", agregó la fuente y advirtió que la crisis se ha agudizado con el peligro latente de aumentar el riesgo para la economía global. Merkel intervino en un encuentro sobre Alemania y Europa, organizado en la sede central de su partido, la Unión Cristiano Demócrata (CDU). Ayer recibió al presidente peruano, Ollanta Humala, ante quien se mostró dispuesta a avanzar en un acuerdo de libre comercio con países latinoamericanos. A su juicio, sería un indicio positivo para reforzar los lazos comerciales en un momento económico difícil para Europa. En la reunión de la CDU, Merkel advirtió sobre la inconveniencia de dejar el saneamiento europeo a mitad del camino. Y consideró que las reformas estructurales dan resultados extremadamente favorables, como demuestra el estado de la economía alemana. Por ello –indicó– en Europa se debe respaldar con fuerza la necesidad de proceder con las reformas. "Pero sabemos que se requiere tiempo para que los efectos se noten", sostuvo.
Merkel afirmó que la Zona Euro debe estar lista a ceder competencias nacionales si se quiere un control internacional del sistema bancario en Europa. "Es necesario estar seguros de que el control sea objetivo", expresó, y reconoció que habrá condiciones para otorgar el préstamo español, que concierne al saneamiento del sistema bancario español. Dijo además que no es conveniente responder a la crisis con el simple endeudamiento. Alemania –explicó– que está muy bien desde el punto de vista económico, depende de los esfuerzos de los empleadores y de los dependientes, pero también de una política que no cometa grandes errores. "Si se mira con atención la situación de la deuda alemana se nota que antes de la crisis internacional estábamos con el 60 por ciento del PIB y ahora estamos sobre el 80 por ciento. Significa que las respuestas tuvieron un precio", afirmó Merkel.
Fuente: Página 12