Los detractores sostienen que este tipo de actos son "una tortura psicológica para aquellos que perdieron a sus seres queridos"

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Un total de 16 personas han resultado heridas y otras 25 han sido detenidas en los disturbios ocurridos este domingo en el centro de Santiago, en el marco de un homenaje al fallecido dictador Augusto Pinochet, según informaron las autoridades.

Del total de lesionados, catorce son carabineros y dos son periodistas que cubrían los incidentes, según los datos, de la Intendencia (gobernación) de la capital chilena.

Los enfrentamientos fueron protagonizados por detractores de Pinochet que trataban de acercarse al céntrico teatro Caupolicán, donde se celebró el homenaje al dictador y la policía, que empleó gases lacrimógenos y chorros de agua para contenerlos.

A la salida del anfiteatro los partidarios del evento conmemorativo vitoreaban al ex dictador Augusto Pinochet diciendo 'Salvó a mi Patria', 'Gracias por librarnos de los izquierdistas' y 'Viva Chile, Viva Pinochet'.

En las cercanías, grupos opositores liderados por la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) exigían 'Justicia y Verdad' por las acciones cometidas durante la dictadura de Pinochet (1973-1990).

La realización de este acto, organizado por la Corporación 11 de Septiembre -nombre que cita la fecha del golpe de Estado, en 1973, contra el Presidente Salvador Allende- y por UNOFAR -Unión de Oficiales en Retiro de la Defensa Nacional-, ha estado cargada durante las dos últimas semanas de una fuerte controversia.

El pasado viernes la justicia chilena rechazó el recurso judicial interpuesto por la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (AFDD) para que no se celebrara el homenaje al militar. La asociación sostenía que este tipo de actos son "una tortura psicológica para aquellos que perdieron a sus seres queridos".

La Presidenta de la AFDD lamentó el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago y aseguró que "una vez más el Poder Judicial está del lado de quienes violan los derechos humanos".

Por parte de los organizadores se lanzaba un mensaje que encendía aun más el dolor de las víctimas de la represión pinochetista. Juan González, su presidente, declaraba estar "empecinados en que se reivindique lo que fue el Gobierno de las Fuerzas Armadas y la memoria del General Pinochet".

No hay que olvidar que durante la Dictadura Militar de Augusto Pinochet hubo más de 3.200 víctimas, entre muertos y desaparecidos y 38.000 personas sufrieron tortura o prisión política. El dictador jamás fue condenado por ello.

Reacciones Políticas

El Gobierno de Sebastián Piñera ha intentado mantenerse al margen del homenaje. Andrés Chadwick, portavoz gubernamental, declaró el pasado viernes que "la obligación del Gobierno es permitir que los derechos de reunión se ejerzan y tratar de evitar que se puedan producir situaciones violentas".

Mientras que la Intendenta de la Región Metropolitana, Cecilia Pérez, señaló: "hemos coordinado con Carabineros y las agrupaciones de derechos humanos para que evitemos cualquier incidente, donde ellos tendrán todo el derecho a manifestarse a expresar su dolor, su angustia, y por otro lado las personas que asistan a este documental puedan hacerlo en forma pacífica y tranquila y no tengamos ningún incidente que tengamos que lamentar entre ellos y tampoco perjuicios para los vecinos de la calle San Diego".

Esta actitud ha sido duramente criticada por los partidos de la oposición, principalmente por el PPD. El diputado Tucapel Jiménez aseveró que "debiera haber un pronunciamiento claro, al menos moral y éticamente, de condena al homenaje. El Gobierno no ha estado a la altura".

Otra Polémica Más

Las entradas al acto tienen un costo de entre 10 y 30 dólares, y en él se proyectará un documental titulado 'Pinochet' dirigido por Ignacio Zegers. Hace escasas horas el director de cine Miguel Littin denunció a los realizadores del filme por apropiarse indebidamente de material de su cinta 'Compañero Presidente' que rodara en 1971 y que recoge conversaciones entre Salvador Allende y el filósofo y escritor francés Régis Debray.

Fuente: El Mundo