Con paso cansino, cabeza gacha y mirada compasiva, llegó José “Pepe” Mujica a Rosario. Su ritmo lento demuestra las dolencias crónicas que el encierro durante la dictadura dejaron. Su postura inclinada responde a las luchas que latinoamérica enfrentó la década pasada. Su visión penetrante evidencia una coherencia que lo ubica como uno de los referentes de la historia política contemporánea.
"Muchas veces, en la vida se triunfa derrotado", suspira el ex mandatario charrúa, que mira a cada uno de los periodistas que buscan su respuesta. "Venimos a intentar buscar un par de reflexiones, no por ser inteligente sino por ser viejo", explicó.
En cuanto a la actualidad política internacional, Mujica afirmó que en el mundo "no hay lugar para los pequeños", y agregó: "Todo tiene que tener un tono empresarial, renovador, innovador, y una serie de muletillas que están de moda por ahí".
"Para mí es un placer y un deber estar acá. Pertenezco a nuestra América del Sur, y como tal hay que cargar con las frustraciones de nuestro continente, de nuestros errores. Pero también, de nuestras alegrías", señaló el ex presidente uruguayo. Al referirse a los nuevos desafíos de Latinoamérica, Mujica remarcó que se debe "construir un continente con capacidad negociadora" y dijo: "No se puede vivir mirando para atrás, eso es hermoso para componer un tango pero no es aconsejable para vivir con esperanza".
"Hay que mirar para adelante y no cometer los mismo errores", indicó el integrante del Frente Amplio y aclaró: "Tenemos una deuda con los viejos libertadores, que es una América común. De a uno no somos nada en el mundo de hoy".
Sobre la relación entre el gobierno de Uruguay y el macrismo, el ex presidente charrúa advirtió: "Vivo en una esquina pequeña, un algodón entre dos cristales. Para nosotros es muy importante lo que pasa en Argentina. Si tose, nosotros nos engripamos. Si anda bien, andamos bien".
FUENTE: Rosario Plus
RELEVO Y EDICIÓN: Martina Mántaras