Al menos 717 personas han muerto y otras 863 han resultado heridas este jueves en una estampida registrada en la ciudad saudí de Mena, a las afueras de La Meca, donde unos dos millones de musulmanes llegados de todo el mundo realizan la peregrinación anual del Hajj. La tragedia, agravada por las altas temperaturas y el hacinamiento en las calles del enclave, es la última de un largo historial de catástrofes que han ensombrecido este acontecimiento.
La Defensa Civil saudí agregó que las víctimas son de "distintas nacionalidades", aunque no especificó. El aumento en el flujo de peregrinos y la entrada repentina de un gran número de ellos hacia la zona donde se disponían a realizar un ritual fue lo que provocó la estampida.
El lugar ya fue escenario de una tragedia similar en 2006 cuando más de 360 personas perdieron la vida cuando cumplían con la lapidación del diablo.
El suceso tuvo lugar en la concurrida calle 204 de la ciudad de Mena, a escasos kilómetros al este de La Meca. Es una de las vías que usan los peregrinos para enfilar el camino hasta Jamrat, donde se celebra el ritual de lanzar piedras recogidas la víspera en la zona de Muzdalifa contra los tres pilares que representan al diablo. A la lapidación le sigue este jueves el sacrifico de corderos, camellos, vacas y otros animales, que marca el final de la peregrinación y el inicio de tres días de la fiesta del Sacrificio.
Durante el 'apedreamiento del diablo', o 'lapidación de las tres columnas' que simbolizan las tentaciones de satanás, las multitudes de peregrinos lanzan piedras contra una pared de roca que simboliza el rechazo del mal, durante el tercer día de la peregrinación.
Asimismo, en la mañana de este jueves habían efectuado el rezo comunitario que marca el comienzo del 'Al Aid al Adha', o Fiesta del Sacrifico.
Con este ritual, los musulmanes recuerdan el sacrificio de Ibrahim (Abraham), quien por amor a Alá (Dios) ofreció, según la tradición musulmana, la vida de su hijo primogénito Ismael.
El lugar ya fue escenario de una tragedia similar en 2006 cuando más de 360 personas perdieron la vida cuando cumplían con la lapidación del diablo. Según el relato de los periodistas desplazados a la zona, la sirena de las ambulancias aún cruzaba el páramo dos horas después del suceso. Las carreteras hasta el área han sido bloqueadas y las fuerzas de seguridad están tratando de dirigir a la multitud hacia rutas alternativas. Las instantáneas difundidas por las autoridades saudíes muestran a los equipos de rescate socorriendo a los heridos, vestidos con la toalla blanca empleada durante la peregrinación.
Según el servicio de defensa civil de Arabia Saudí, unos 4.000 empleados saudíes participan en las tareas de rescate y más de 200 ambulancias se han trasladado hasta el lugar de la estampida. Las víctimas y heridos han sido trasladados a los hospitales de la zona, que se hallan en estado de emergencia. Los primeros vídeos del desastre, divulgados por las redes sociales, muestran pilas de peregrinos fallecidos en mitad del caos.
Este nuevo incidente -a unos 5 kilómetros de la ciudad santa de La Meca, y lugar con unas 160.000 tiendas de campaña usado para pernoctar- se produce apenas dos semanas después de que 110 personas fallecieran al derrumbarse una grúa obre el patio principal de la Gran Mezquita de La Meca durante trabajos de expansión. Durante la peregrinación, unos 100.000 agentes del orden supervisan esta esperada cita en la que cámaras de vigilancia vigilan el número de personas para tratar de evitar estampidas.
En los últimos años el reino saudí ha intentado mejorar las medidas de seguridad ampliando los tres pilares y construyendo un puente de tres plantas en el marco de un plan que ha dedicado miles de millones de dólares a actualizar la infraestructura y el control de los visitantes. Se calcula que un millón y medio de musulmanes procedentes de unos 160 países realizan este año el peregrinaje junto a un millón de residentes en el país árabe. El 'hajj' o peregrinación a los lugares santos de La Meca es uno de los cuatro pilares del islam. Sus creyentes deben efectuar el viaje al menos una vez en la vida.
FUENTE: El Mundo