Cientos de muertos y más de 3000 heridos. Según Médicos sin Fronteras este es el balance del ataque con gas venenoso de la semana pasada cerca de Damasco. Muchos gobiernos occidentales consideran que el presidente Assad es el responsable.
EE.UU. se concentra en mantener la credibilidad. Desde hace semanas, el presidente Obama viene afirmando que el uso de gas venenoso traspasaría los límites tolerados. En este caso, el régimen de Assad enfrentaría "consecuencias serias". Según círculos de seguridad de EE.UU. se barajan tres escenarios.
1. ZONA DE PROHIBICIÓN DE VUELOS
Una zona de prohibición de vuelos significaría que Estados Unidos interrumpiría el tráfico aéreo en algunas zonas. Helicópteros y aviones del ejército sirio no podrían despegar y Assad no podría atacar a los rebeldes desde el aire. "Para los rebeldes sería un fuerte apoyo", explica Hans Joachim Schmidt, de la Fundación para la Paz e Investigación de Conflictos con sede en Hesse.
Paul Rogers, experto en seguridad del Think-Tank Oxford Research Group, considera que los estadounidenses deberían eliminar la defensa aérea siria. Esto sin embargo es muy costoso y sobre todo peligroso porque Rusia confirmó la entrega a Siria de modernos sistemas de defensa aérea.
"Si Rusia los suministra, EE.UU. tendría graves problemas", contrapone Schmidt, quien no considera probable esta opción. "Estados Unidos se vería inmerso en el conflicto, algo que quiere evitar el gobierno". Además, para imponer una prohibición de tráfico aéreo, es necesaria la aprobación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Rusia y China seguramente no se prestarían a dar su consentimiento.
2. ATAQUES CON MISILES Y MISILES DE CRUCERO
EE.UU. podría destruir con el uso de misiles y misiles crucero objetivos militares como aeropuertos y debilitar así a la fuerza aérea Siria. "Estos misiles alcanzan un edificio con una exactitud de 20 metros. Diez de ellos dirigidos a un mismo objetivo sería un castigo disuasorio", dice Rogers. EE.UU. tiene varios submarinos destructores estacionados en el Mediterráneo con capacidad para hacerlo. En ese caso los aviones de combate no podrían despegar ni aterrizar. Sin embargo, los daños en las pistas de aterrizaje pueden ser reparados con rapidez.
Aviones de reconocimiento podrían enviar datos a los portaaviones de EE.UU. / DPA
Schmidt de la Fundación para la Paz e Investigación de Conflictos cree que un ataque militar es la opción más probable. "EE.UU. no quiere mezclarse en el conflicto. Un ataque militar sería una estrategia efectiva pero no serviría para disuadir del uso de armas químicas". También para este tipo de ataque es necesaria la aprobación del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, algo bastante improbable.
3. ENTREGA DE ARMAS A LOS REBELDES
Oficialmente, EE.UU. no entrega armamento ni tecnología militar a los rebeldes, sino solamente material para la asistencia médica. Pero los rebeldes reciben armas y munición a través de Turquía y Jordania, financiadas por Arabia Saudí y otros emiratos pequeños, apunta Rogers. Por su parte, Schmidt no cree probables, entregas de armas de este tipo: "Para acceder a armas estadounidenses modernas los rebeldes tienen que aprender previamente cómo usarlas". Y eso requiere tiempo.
Un problema en este escenario lo representa el que sean los islamistas radicales del frente Nusrah los que cuentan con la mayor fuerza de ataque entre los rebeldes. Aunque Estados Unidos quisiera terminar con el régimen de Assad, nadie dejaría los modernos sistemas de defensa antiaérea en manos de los radicales. "Puede ser que la situación se vuelva mucho más problemática, si en vez de Assad comienzan a gobernar los islamistas radicales", aclara Rogers.
¿Y LA DIPLOMACIA?
Una intervención militar por cuidadosa que sea sigue siendo una intervención. Estados Unidos tiene grandes dudas. "Es difícil prever cuáles serían las consecuencias", dice el experto en seguridad Rogers. El presidente sirio anunció que un ataque militar podría convertir a todo Oriente Medio en una "bola de fuego". Irán podría movilizar a Hezbollah en Líbano para ejecutar acciones contra Israel y apoyar a los talibanes para perjudicar a EE.UU. Por eso considera más viable una cuarta opción, una que los medios no están barajando: la presión diplomática. "Se pueden aumentar las amenazas y reaccionar al próximo ataque con armas químicas con un auténtico contraataque".
Schmidt sin embargo, observa signos de que la decisión de perpetrar ataques militares está tomada. Cuándo, cómo y dónde está por verse, probablemente EE.UU. esté buscando aliados para el avance militar.
FUENTE: DW.DE