Un texto que refuerza las escuchas telefónicas y la intervención de las comunicaciones a través de Internet, sin control judicial previo.El titular de Interior galo consiguió sacar adelante su controvertido proyecto de ley, por 438 votos a favor y 86 en contra.El propio ministro, Manuel Valls, dijo que la ley "preserva las libertades fundamentales" y facilita más medios y más eficaces para luchar contra "la amenaza terrorista".