Miércoles, 16 Abril 2025 13:29

Barbas en remojo Destacado

Valora este artículo
(4 votos)

“Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, 

pon las tuyas a remojar”

Dicho popular español

Las elecciones primarias en Santa Fe inauguraron un año político que será profuso en elecciones de medio término en las provincias (no todas) y que tendrá el punto culmine allá por el 26 de octubre cuando los argentinos concurramos a las urnas para renovar la mitad de los diputados y un tercio de los senadores. Como en toda disputa hubo ganadores y perdedores. De los imaginados y de los que vinieron con sorpresa incluida. Pero más allá de los éxitos y los fracasos, la sensación que flota en el aire es que algunos números dejaron una especie de llamado de atención para lo que viene. 

A la hora de las novedades más importantes, podríamos establecer tres ejes como parte de las novedades para Santa Fe en general y Rosario en particular. 

Baja asistencia
En el arrebato de los datos y análisis domingueros, durante la jornada de votación y una vez conocidos los resultados finales, no dejó de llamar la atención la escasa concurrencia de votantes: 55% informó el Tribunal Electoral que, a diferencia de todas las elecciones anteriores omitió de dar ese dato con antelación a conocerse los números finales. 

No fueron pocos los que realizaron la comparación con lo sucedido en 2023 donde concurrió a votar el 63% del electorado que estaba habilitado. En este tipo de circunstancias hay que recurrir a la vieja metodología de comparar manzanas con manzanas, ya que la elección de hace dos años atrás incluía cargos ejecutivos y eso, en un país de raíz hiperpresidencialista, siempre suma más ciudadanos y ciudadanas en las escuelas. Más allá de esta digresión, comparado el proceso con lo sucedido en las PASO 2017 y 2021 (coincidentes con las nacionales) donde hubo una asistencia del 73,9% y del 69,4% respectivamente, el número del último domingo no puede dejar de llamar la atención.

<blockquote class="twitter-tweet"><p lang="es" dir="ltr">GRACIAS ROSARIO!! <br><br>VLLC!!!<a href="https://twitter.com/JMilei?ref_src=twsrc%5Etfw">@JMilei</a></p>&mdash; Juan Pedro Aleart (@JAleart) <a href="/

14, 2025</a></blockquote> <script async src="https://platform.twitter.com/widgets.js" charset="utf-8"></script>

Las razones pueden ser variadas y no necesariamente excluyentes entre sí. En principio podríamos citar dos: la poca difusión que tuvieron tanto la PASO como la elección constituyente y un tiempo social marcado por el desinterés en ciertas formas de participación. 

Para la primera podrá especularse que el Poder Ejecutivo pecó de cierta confianza o, en el peor de los casos, jugó la ficha de la desinformación de manera ex profesa confiado en que su triunfo estaría más asegurado con menos movilización. Imposible de confirmarlo a la distancia, pero no puede soslayarse que el reclamo de algunos opositores a partir de la escasa publicidad institucional tenía relativo asidero.

La segunda razón resulta más compleja de desentrañar para estas breves líneas, pero no puede dejar de señalarse una situación de goteo, donde cada dos años asistimos a números de asistencia cada vez menores. Podrá referenciarse el problema en la distancia existente entre “la política” y el día a día de la ciudadanía. Pero más allá de que esa afirmación pueda parecer una verdad irrefutable, conviven múltiples sectores de la vida social donde el desinterés y el desgano por lo común es moneda corriente. Tal vez y sólo tal vez, la próxima reforma constitucional en la provincia pueda habilitar procesos eleccionarios cada cuatro años en un tiempo social donde cada vez más mayor cantidad de personas elijen votar menos. Paradojas de una democracia consolidada.

Queda por descubrir (esperemos que el conteo oficial traiga la información completa por seccionales) si el desinterés fue extendido al conjunto de la provincia o respondió a ciertas lógicas en barrios, ciudades o sectores sociales determinados. El trabajo de las distintas organizaciones políticas que participaron, tal vez pueda complementar la mirada respecto del comportamiento por grupos etarios.

El voto a Maximiliano Pullaro
Con los datos previos de una supuesta imagen positiva masiva del gobernador, el sistema político daba por seguro el triunfo del primer mandatario provincial, quien se animó a ir como candidato para aparecer reconfirmado en el apoyo de los santafesinos.

Con una diferencia de casi 20 puntos sobre el segundo, su triunfo resulta inobjetable. Obtuvo alrededor de 33 constituyentes (hay que esperar el conteo definitivo), quedando a tres de una mayoría propia que le permitirá manejar la convención casi a su antojo.

Pero los números finales no dejaron de brindar cierta sorpresa para propios y extraños, ya que entre las elecciones de 2023 y las del último domingo el primer mandatario obtuvo 547.000 votos menos. Otra vez debemos insistir en las restricciones metodológicas por resultar elecciones distintas y porque debemos tener en cuenta, además, que en toda elección de medio término el voto suele estar mucho más repartido en cuanto a los distintos matices ideológicos.

Dicho lo anterior y con el antecedente de que el hughense ha afirmado que no se siente cómodo en el escenario nacional, resulta claro que con el interés puesto en lograr la reelección (con el detalle no menor de haber jurado con otra Constitución), su candidatura aparecía como un triunfo que le permite confirmar su condición de jefe político, no exento de haber imaginado otros números.

El voto en Rosario
A los fines del interés libertario, sólo contó con una buena noticia de esas que son importantes. Teniendo al hombre más votado para el cargo de constituyente departamental y para el concejo municipal, el triunfo de Juan P. Aleart no alcanzó a desmentir la fotografía del multimedio Clarín que la semana anterior mostraba el celular del ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cuneo Libarona, recibiendo la noticia, vía mensaje de texto, que la La Libertad Avanza haría una mala elección. 

Conocido por su rol de periodista, con el antecedente de haber hecho público un drama personal y familiar que le generó altas dosis de empatía ciudadana en Rosario, en la región y en el país, Aleart cuadruplicó los votos del candidato libertario Nicolás Mayoraz en el departamento Rosario.

La felicitación del presidente Javier Milei pareció llegar tarde y flojita de argumentos, ya que plantear que el espacio se había conformado hace apenas cinco meses, desde la realidad de un dirigente que llegó a la posición política más encumbrada por el voto popular, sin armado territorial de ningún tipo, se parece mucho a excusa de ocasión. 

Quien también se animó a los festejos fue Juan Monteverde. No sólo porque logró el segundo lugar para la constituyente sino porque en la elección para concejal quedó ubicado a muy pocos votos del ex periodista. Con un dato que algunos parecieron obviar: la entente que abrevó en Más para Santa Fe, resultó el frente electoral más votado para ese cargo en Rosario. Menudo desafío le espera al jefe político de Ciudad Futura ya que deberá conservar el 25% restante de votos y lograr seducir a buena parte de quienes no concurrieron a votar este domingo.

Como contracara aparece el espacio conducido por Pablo Javkin. Su referente Ciro Seisas, candidato por el departamento Rosario a constituyente perdió de manera inobjetable a manos de su colega y ex compañero Aleart, mientras que Carolina Labayru, quien encabezaba la lista de concejales, ganó con el 45% de los votos su interna, pero en el total quedó muy lejos de los dos primeros. Para completar el panorama, al momento de anunciar las mesas testigos, el intendente de Rosario apareció algo descolocado hablando de una “excelente elección” (sic) de su candidata.

De alguna extraña manera, Javkin, quien fue el autor del proyecto que habilitó la implementación de la Boleta Única, sistema que habilita y potencia la llegada de famosos a la política, terminó siendo víctima de su propia criatura. Seisas, transformado en un hombre de la vida pública institucional perdió frente a una cara conocida que venía del mismo palo y Labayru, una funcionaria con trayectoria y capacidad de trabajo, no terminó resultando atractiva para los votantes. Mucho deberán trabajar en esa candidatura de cara a las generales. 

En resumen, luego de los números conocidos el domingo, nadie puede festejar del todo y quedan algunas sencillas conclusiones a mano:

Los ganadores de la PASO deberán revalidar títulos en otra elección, con otro formato y escenario y con el desafío de desentrañar la Caja de Pandora que supone la baja asistencia.

Los Pullaro boys, al igual que hacen con la legislatura provincial, podrán manejar casi a su antojo la Convención Constituyente, pero nadie podrá hacerse el tonto a la hora de observar que su figura, en una votación que lo tenía como protagonista, obtuvo menos de la mitad de los votos que hace dos años.

En el peronismo no sobra nadie. Es más, son todos necesarios. Si se suman los votos de las tres listas con raigambre peronista (atención que política y matemáticas no siempre se llevan bien) llega al 25% de los votos, números que habrían mostrado otra potencia.

Para el javkinismo será tiempo de replanteo. ¿Error en la elección de los candidatos, plebiscito de la gestión con resultado negativo o liderazgo local que empieza a mostrar algunos límites?

Y los libertarios, ese experimento que llegó para que quedarse pero que dos años después de su éxito fulgurante a nivel nacional, no puede mostrar más que la recurrencia a una cara conocida, enfrenta el desafío de potenciar figuras en un contexto donde la imagen de Milei cada vez aparece como más debilitada. 

“Cuando veas las barbas de tu vecino rasurar…” De cara a las generales del 29 de junio, a barajar y dar de nuevo.

(*) Analista político de Fundamentar - @miguelhergomez

Inicia sesión para enviar comentarios