La segunda vuelta electoral en Egipto no está exenta de polémicas. Los reclamos continúan por más reformas democráticas, mientras el candidato de Mubarak recibe el respaldo del sistema judicial.
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La segunda vuelta electoral en Egipto no está exenta de polémicas. Los reclamos continúan por más reformas democráticas, mientras el candidato de Mubarak recibe el respaldo del sistema judicial.
La Corte Suprema Constitucional (CSC) de Egipto avaló la candidatura presidencial de Ahmed Shafiq, quien se desempeñó como primer ministro durante el régimen de Hosni Mubarak, pese a que una ley sancionada en abril pasado por el Parlamento, priva de derechos políticos a toda persona que haya desempeñado altos cargos durante el régimen anterior.
El máximo tribunal declaró inconstitucional la normativa y alegó que se aprobó luego que fue admitida la inscripción de postulantes ante la Comisión Suprema Electoral Presidencial (CSEP). La CSC también argumentó que la ley iba dirigida a una persona específica, en principio contra el ex vicepresidente Omar Suleiman y, tras la descalificación de éste, contra Shafiq.
Con la aplicación de este fallo, Shafiq podrá participar en la segunda vuelta electoral del 16 y 17 de junio, donde se enfrentará al islamista Mohamed Morsy, aspirante presidencial de la Hermandad Musulmana (HM).
La CSC además declaró que un tercio de los diputados elegidos entre noviembre y febrero pasados, consiguieron sus escaños sobre base inconstitucional. Igualmente, el tribunal explicó que todas las decisiones previas adoptadas por el Parlamento continuarán siendo válidas.
El recurso avalado por la CSC había sido presentado por un tribunal de menor instancia que informó sobre mecanismos de ilegalidad utilizados para elegir a parte de la Asamblea del Pueblo (Cámara Baja del Legislativo). En ese texto se reveló que se violó la ley electoral, cuando los partidos islamistas Libertad y Justicia (de Morsy) y Al-Nour (salafista) inscribieron candidatos en las listas cerradas para organizaciones políticas y también en el tercio de los escaños reservados a listas abiertas. Para estas últimas sólo podían postularse personas sin filiación a partidos políticos, pero en la práctica los islamistas colocaron a sus miembros con fachada de independientes.
Con esta medida, el Parlamento queda anulado para sus actividades legislativas, por lo cual se espera su disolución y la convocatoria a nuevas elecciones, aunque todavía no se manejan fechas precisas. De esta forma, quien sea elegido presidente de Egipto el próximo domingo, asumirá el poder en un país sin Parlamento y sin Constitución, pues la Asamblea Constituyente quedó conformada oficialmente recién esta semana.
La agencia Prensa Latina consultó a analistas locales, que señalaron que ahora las facultades del Poder Legislativo serán transferidas al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), que tomó el poder luego de la renuncia de Mubarak. Este órgano militar también podrá ratificar o desestimar el veredicto de la CSC.
Desde principios de junio, miles de egipcios han manifestado su rechazo a la postulación de Shafiq y convocaron a recoger firmas para exigir la inhabilitación del ex funcionario.
Shafiq fue jefe de Estado Mayor de la Fuerza Aérea, ex ministro de Aviación Civil y está casado con una hermana de la esposa de Mubarak.