China felicitó al futuro presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, después de que el legislador de extrema derecha ganó la elección presidencial en un dramático viraje desde la izquierda en la cuarta democracia más grande del mundo.
Durante la campaña electoral, Bolsonaro habló de China, el mayor socio comercial de Brasil, como un depredador que buscaba dominar sectores clave de su economía.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, afirmó que Pekín está dispuesto a seguir profundizando la cooperación para el beneficio de ambos países. “Desarrollar las relaciones entre China y Brasil es, de hecho, el amplio consenso de todos los sectores en ambos países”, sostuvo Lu.
Diplomáticos chinos en Brasilia se han reunido dos veces con altos asesores de Bolsonaro en las últimas semanas, según personas que participaron en las reuniones. Su objetivo es remarcar la cooperación con el país más grande de América Latina, cuyos granos y minerales han alimentado el surgimiento de China, al tiempo que han sacado a millones de brasileños de la pobreza en la bonanza resultante de las materias primas.
Las inclinaciones amistosas de Bolsonaro hacia Taiwán probablemente sean problemáticas para Pekín, que considera a la isla como una provincia renegada. En febrero, Bolsonaro se convirtió en el primer candidato presidencial brasileño en visitar Taiwán desde que Brasil reconoció a Pekín como el único Gobierno chino de acuerdo a la política de “Una China” en la década de 1970.