Israel y Turquía han llegado a un principio de acuerdo para normalizar las relaciones duramente golpeadas desde la llegada al poder de Recep Tayyip Erdogan, la guerra en Gaza (2008) y sobre todo el asalto militar israelí contra la flotilla turca hacia la Franja de Gaza (2010). El acuerdo no es definitivo y queda a expensas de la rúbrica de Erdogan y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. La experiencia de los últimos años indica que todo puede pasar pero israelíes y turcos coinciden hoy que están más cerca que nunca para el regreso de sus respectivos embajadores.
El acercamiento entre dos países-aliados estratégicos en el pasado- es posible gracias a la reunión secreta mantenida en Zúrich entre el subsecretario turco de Exteriores, Feridum Sinirlioglu, y el asesor de seguridad nacional israelí-y nuevo jefe del Mosad a partir de enero- Yossi Cohen y el emisario especial de Netanyahu, Joseph Ciechanover.
Israel pagará 20 millones de dólares a las familias de los diez ciudadanos turcos muertos en el asalto del comando Shayetet 13 de la Marina a la embarcación "Mavi Marmara" en el intento de garantizar el bloqueo marítimo de Gaza.
A cambio, Turquía anulará todas las demandas judiciales contra los soldados israelíes, limitará las actividades del grupo islamista Hamas en su territorio y expulsará a uno de sus cabecillas Salaj Haruri. Este ex preso en Israel es acusado por los servicios secretos israelíes de movilizar desde Estambul células palestinas para cometer atentados. En declaraciones realizadas en Turquía en agosto del 2014, Haruri reconoció la autoría del brazo armado de Hamas en el secuestro y asesinato de tres adolescentes judíos dos meses antes en Cisjordania.
Erdogan-uno de los líderes mundiales más acérrimos contra Israel en la última década- ha flexibilizado su posición. En una afirmación que tuvo mucho eco en Israel, el presidente señaló esta semana que la normalización de las relaciones sería beneficiosa para los dos países y la región. Muy lejos de las acusaciones que el pasado mes de enero salieron desde Ankara tras los atentados contra la revista "Charlie Hebdo" y un establecimiento judío en París: "Netanyahu es igual de criminal que los terroristas que cometieron la masacre de París".
Una de las razones de la nueva actitud es la grave crisis diplomática con Rusia a raíz del derribo de un caza ruso a cargo de la Fuerza Aérea turca en la frontera entre Turquía y Siria. El duelo entre Erdogan y el presidente ruso, Vladimir Putin puede tener graves consecuencias para Ankara a nivel comercial y energético ya que compra a Moscú alrededor de la mitad del gas que consume.
Más allá de los beneficios estratégicos para Israel y Turquía, en esta partida destaca una pieza económica-energética: el gas. Una vez que los dos gobiernos firmen el acuerdo, negociarán la venta de gas natural israelí (procedente de su enorme yacimiento de Leviatán) a Turquía y un gaseoducto a Turquía por el que podría acceder al mercado europeo. "Cuando se llegue a un acuerdo, Turquía será un actor clave en la venta y conducción de gas", reconocen a este diario desde el Gobierno israelí.
"Ciertamente se ha llegado a una serie de acuerdos que pueden posibilitar la normalización de las relaciones. Los contactos se desarrollan en un buen ambiente pero aún se necesitan más reuniones y la aprobación final de Netanyahu y Erdogan", dicen fuentes israelíes citadas por varios medios locales.
Citada por 'Hurriyet Daily News', una fuente del Gobierno de Ankara añade: "Aun no hemos conseguido un acuerdo pero (las negociaciones) pueden tener un resultado pronto". Quizá en enero.
Erdogan y Netanyahu estuvieron a punto de hacer las paces a finales de marzo del 2013 en los últimos minutos de la visita del presidente norteamericano Barack Obama, a Israel. A petición de éste que considera fundamental la reconciliación entre dos estratégicos aliados de EE.UU, Netanyahu llamó a Erdogan y le pidió disculpas lamentando la muerte de sus ciudadanos en la embarcación turca.
Pero esa inédita conversación del 2013 y los posteriores contactos de sus emisarios no se plasmaron en una normalización de relaciones quedando la cooperación bilateral limitada al campo comercial. Dos años después, se última el intento más serio aunque pocos creen que Turquía e Israel vuelvan a la estrecha cooperación de los años 90.
FUENTE: El Mundo