Colombia enfocará su estrategia de lucha contra las drogas en programas de sustitución de cultivos y erradicación manual, anunció el martes el presidente Juan Manuel Santos, dos semanas después de que su Gobierno suspendió las fumigaciones aéreas de plantíos de hoja de coca con el herbicida glifosato.
La decisión marca un cambio en la manera de enfrentar el narcotráfico después de dos décadas de usar las fumigaciones desde aviones como la principal arma en el país, que es considerado como uno de los principales productores mundiales de cocaína con unas 300 toneladas anuales
"Esto no significa, en absoluto, que estemos bajando la guardia frente a la siembra de estos cultivos, sino un cambio de énfasis", dijo Santos en la instalación de la XXXII Conferencia Internacional de Control de Drogas en la caribeña ciudad de Cartagena.
"Lo que queremos ahora es incrementar aún más la erradicación manual y –sobre todo– poner en marcha una estrategia mucho más efectiva de sustitución de cultivos, que tenemos que reconocerlo los colombianos nunca la hemos tenido realmente", precisó.
Para Santos un plan de sustitución de cultivos debe ofrecer una alternativa a los campesinos para que dejen de sembrar hoja de coca y garantizarles mejores condiciones de vida con una fuerte presencia estatal que se evidencie en la construcción de carreteras y otras obras que permitan la comercialización de productos legales.
"Esto no significa, en absoluto, que estemos bajando la guardia frente a la siembra de estos cultivos, sino un cambio de énfasis", dijo Santos en la instalación de la XXXII Conferencia Internacional de Control de Drogas
La decisión del Gobierno de suspender las fumigaciones, desató críticas de la oposición política que teme un incremento de los cultivos de hoja de coca y de la producción de cocaína, de la que obtienen millonarios ingresos carteles del narcotráfico, bandas criminales conformadas por antiguos paramilitares de ultraderecha y la guerrilla izquierdista.
Con las fumigaciones aéreas con glifosato, Colombia redujo el área cultivada con hoja de coca -materia prima de la cocaína- a 48.000 hectáreas en 2013 desde más de 163.000 en el 2000.
En la última década, la Policía Nacional destruyó con este sistema más de 1 millón de hectáreas de la materia prima de la cocaína, pero manualmente solo se erradicaron alrededor de 440.000 hectáreas, en un proceso más lento, costoso y de alto riesgo para las personas que la realizan.
Santos insistió en que la firma de un acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), con la que mantiene negociaciones desde hace más de 30 meses en Cuba para poner fin a un viejo conflicto que ha dejado más de 220.000 muertos, contribuirá a reducir el narcotráfico en el país.
FUENTE: REUTERS