Tras visitar La Haya, París y Varsovia, el conservador Cameron llegó hoy a Berlín para explicar a Merkel sus planes sobre las concesiones que espera lograr del bloque sobre la membresía británica, un tema que ya recaliente la agenda política y mediática en el continente y en el Reino Unido.
La canciller alemana se mostró a favor de mantener una negociación "constructiva" y abierta con el primer ministro británico con el objetivo de facilitar la permanencia del Reino Unido en la Unión, según informó la agencia de noticias EFE.
"Cuando hay voluntad, se encuentra el camino", aseguró Merkel en una rueda prensa conjunta con Cameron en la sede de la Jefatura de Gobierno (Cancillería) tras escuchar las propuestas del premier, quien al llegar a Alemania ya había expuesto sus reivindicaciones en Holanda, Francia y Polonia.
"No hay una solución mágica ni rápida, pero si hay voluntad, se encuentra el camino", repitió Cameron, convencido de que "la UE estará mejor con el Reino Unido dentro y los intereses del Reino Unido se defenderán mejor en el seno de una UE reformada".
Sobre los puntos concretos de la negociación, Merkel auguró que habrá asuntos de "fácil acuerdo" con Londres, como la reducción de la burocracia, y otros que exigirán negociaciones más largas, como los planes para evitar que la libre circulación se traduzca en abusos de las prestaciones sociales por parte de la población inmigrante.
Ambos mandatarios, no obstante, asumen que del éxito de las negociaciones puede depender el resultado del referéndum que celebrará el Reino Unido antes del fin de 2017, por lo que en el inicio del proceso abogaron por no cerrar ninguna puerta.
Sobre los puntos concretos de la negociación, Merkel auguró que habrá asuntos de "fácil acuerdo" con Londres, como la reducción de la burocracia, y otros que exigirán negociaciones más largas, como los planes para evitar que la libre circulación se traduzca en abusos de las prestaciones sociales por parte de la población inmigrante.
Cameron, que pretende celebrar el referéndum después de obtener concesiones del bloque sobre las condiciones de la membresía británica, arribó a Berlín procedente de Varsovia, donde se reunió con la primera ministra, Ewa Kopacz, informó la agencia de noticias DPA.
Allí se esperaba un recibimiento frío, luego que el vicecanciller polaco, Rafal Trzaskowski, anticipara que su país considera "muy difícil" aceptar los cambios en los tratados europeos que quiere promover el primer ministro británico.
La oficina de Kopacz dijo que la premier expresó a Cameron su fuerte oposición a "soluciones que podrían derivar en la discriminación de polacos o de otros ciudadanos europeos que trabajan legalmente" en el Reino Unido.
Cientos de miles de polacos se asentaron en el Reino Unido desde que su país se adhirió a la UE, en 2004.
Con su postura, la jefa de gobierno de Polonia "defendió uno de los principios centrales subyacente al mercado único de la Unión Europea", agregó el comunicado de su oficina.
En otro comunicado, la oficina de Cameron dijo que hubo áreas de acuerdo con Kopacz, como la necesidad de reducir las excesivas regulaciones y "respetar la soberanía de los estados miembro".
La nota agregó que serán necesarias más discusiones sobre la interacción entre la libertad de movimientos y los sistemas de asistencia social de cada país.
Antes de que se celebrara el encuentro entre Cameron y Kopacz, Trzaskowski auguró que las negociaciones serán complicadas, aunque matizó que la UE "necesita a Gran Bretaña, así que la discusión no será fácil",
Ayer, Cameron se reunió con el presidente francés, Francois Hollande, y con el primer ministro holandés, Mark Rutte.
Cameron canceló a última hora una visita prevista a Dinamarca después de que la primera ministra, Helle Thorning-Schmidt, convocara elecciones anticipadas para el próximo mes.
En París, Cameron urgió a los demás 27 países de la UE a ser "flexible e imaginativos" sobre el futuro del proyecto comunitario, y agregó que su prioridad es "hacerlo más competitivo para afrontar las preocupaciones del pueblo británico sobre nuestra membresía".
De este modo, el premier aludió al intenso debate que se vislumbra en Reino Unido en relación a la consulta que promete ser uno de los temas centrales de la política exterior británica ya que Londres buscará recuperar competencias hoy entregadas a Bruselas.
Ayer, mientras Cameron iniciaba su viaje al continente, el gobierno británico introdujo en la Cámara de los Comunes el proyecto de ley que regulará el referéndum, en que los británicos deberán responder a la pregunta: "¿Debería el Reino Unido permanecer como miembro de la Unión Europea?".
FUENTE: Télam