"Los franceses quieren un cambio notable, empezando por los departamentos", festejó Sarkozy el duro golpe atestado a los socialistas. El ex mandatario agregó que según su partido se trata de una derrota histórica para los socialistas y de un "fracaso personal" del primer ministro Manuel Valls.
El Partido Socialista (PS) del presidente François Hollande habría sufrido un duro revés. Los institutos le otorgan por el momento sólo un 20 por ciento, frente al 25 por ciento que obtendría el ultraderechista Frente Nacional (FN), que de ese modo emergería como segunda fuerza.
Pese al bajo rendimiento, el primer ministro Manuel Valls dijo estar satisfecho con que "la extrema derecha no sea la primera formación política de Francia". Según destacó, ahora los resultados finales dependerán de la segunda vuelta a celebrarse el próximo domingo.
El Partido Socialista (PS) del presidente François Hollande habría sufrido un duro revés. Los institutos le otorgan por el momento sólo un 20 por ciento, frente al 25 por ciento que obtendría el ultraderechista Frente Nacional (FN), que de ese modo emergería como segunda fuerza.
Las encuestas previas a la votación situaban al FN en el primer lugar en las urnas departamentales. No obstante, la presidenta del partido, Marine Le Pen, se mostró satisfecha al considerar que el FN hizo una buena elección.
Según las encuestas previas a las elecciones, justamente los votantes de izquierda tenían muy pocas ganas de votar, sobre todo teniendo en cuenta que el futuro de los departamentos es más bien incierto debido a que se planea realizar reformas estructurales.Los políticos franceses siguieron con sumo interés estas elecciones, que se celebran dos años antes de consagrar un nuevo primer ministro. En Francia hay 101 departamentos. París y Lyon no participaron en esta votación, y tampoco los departamentos de ultramar.
Los partidarios del FN en cambio parecían muy movilizados. En las elecciones departamentales celebradas hace cuatro años obtuvieron apenas el 15 por ciento de los votos.
La izquierda podría perder decenas de los 61 departamentos que venía gobernando.
Con miras a las próximas elecciones presidenciales en 2017, Sarkozy está a tiempo de comprobar si ha logrado recobrar la capacidad de persuasión. Se dice que planea volver a postularse como candidato para ocupar el Elíseo.
FUENTE: Ámbito Financiero