La canciller alemana, Angela Merkel, y los presidentes de Francia, Ucrania y Rusia, François Hollande, Petro Poroschenko y Vladimir Putin, llegaron hoy por la tarde ala capital bielorrusa, Minsk, para mantener las esperadas negociaciones de paz sobre Ucrania.
Si fracasan las conversaciones y se producen nuevos brotes de violencia en Donbás, Poroshenko no descarta declarar la ley marcial. "Por desgracia, tenemos que estar preparados para dos variantes: para la paz y para defender el país", dijo el presidente ucraniano durante una reunión del Gobierno poco antes de partir hacia Minsk. Poroshenko aseguró que "no le temblará la mano" en imponer la ley marcial en todo el país "si las vergonzosas acciones del agresor conducen a una mayor escalada del conflicto".
La base para las conversaciones es un acuerdo sobre el alto el fuego decretado en septiembre pasado en la capital bielorrusa, pero que nunca fue implementado.
Última opción para la paz
Ucrania, Alemania y Francia hablan "con una voz", dijo el prooccidental Poroshenko. "Todo depende del resultado de este encuentro", añadió, para reclamar después una tregua sin condiciones. A su llegada a Minsk advirtió de que, en caso de que fracase la cumbre de hoy, la situación en el este ucraniano será "prácticamente irreparable".
Desde Rusia, han advertido también de las peligrosas consecuencias de no llegar a un acuerdo. Estados Unidos anunció que "valoraría todas las opciones" si este no se alcanzara, refiriéndose a un posible envío de armas a Ucrania. Rusia "no podrá permanecer al margen" advirtió hoy el viceministro ruso de Exteriores Serguéi Riabkov.
"Si esto ocurre, tendrá consecuencias dramáticas para la tragedia de Ucrania, y las personas que viven en el sureste del país perderán toda perspectiva de normalización", declaró Riabkov a los periodistas, según las agencias rusas. "Esas armas van a matar a gente, con toda probabilidad", añadió, "van a matar a nuestros compatriotas, y nosotros no podremos permanecer al margen", aseguró.
Fuente: DW