"Se suspende esta negociación hasta tanto no se aclare y se liberen estas personas", dijo el mandatario Juan Manuel Santos al término de una reunión con el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y los altos mandos militares.
El general Rubén Darío Alzate, comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán que opera en el departamento del Chocó, se convirtió en el militar de más alto grado capturado por las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la historia reciente del país.
El oficial fue secuestrado el domingo en una zona selvática del oeste del país a la que entró de civil, sin escoltas y sin cumplir con las medidas de seguridad.
El oficial fue secuestrado el domingo en una zona selvática del oeste del país a la que entró de civil, sin escoltas y sin cumplir con las medidas de seguridad.
No es la primera vez que la negociación de paz que completa dos años en Cuba sufre una crisis.
En agosto del 2013 las FARC declararon una pausa a fin de analizar los alcances de una propuesta gubernamental para someter a un referendo los eventuales acuerdos que se logren y Santos respondió llamando a consultas a sus negociadores a Bogotá. Sin embargo, el inconveniente se superó horas después.
El ministro de Defensa reveló que el general, a cargo de una unidad estratégica que combate por tierra, ríos y el aire a las FARC, se desplazó en una lancha hasta un caserío cercano a la ciudad de Quibdó para supervisar un proyecto energético y fue secuestrado por la guerrilla cuando desembarcó. Junto con Alzate fueron capturados un suboficial y una abogada, mientras que un soldado que manejaba la embarcación huyó y avisó de lo ocurrido a las autoridades.
"Las FARC fueron las responsables de este secuestro, un secuestro totalmente inaceptable. Responsabilizamos a las FARC de la vida y de la seguridad de estas tres personas (...) y les exigimos que las liberen cuanto antes", precisó Santos.
Al mediodía del lunes, las FARC anunciaron una conferencia de prensa para el martes en la mañana horas después de estar indagando cómo ocurrieron los hechos en una zona selvática del oeste colombiano, aunque evitaron pronunciarse por el momento sobre la decisión de Santos.
"Es muy difícil hablar desde acá, y saber qué pasó realmente en Colombia. Entonces hay que esperar un poco y tener paciencia", dijo una portavoz de las FARC por teléfono a Reuters. "Por el momento no vamos a decir nada", agregó.
En Bruselas, mientras tanto, la Unión Europea instó el lunes a las FARC a liberar "inmediatamente y sin condiciones" a los militares colombianos y la abogada secuestrados en el Departamento del Chocó.
"El secuestro de un general del Ejército colombiano y otras dos personas (...) pone seriamente en peligro la continuación de las negociaciones de La Habana", dijo a periodistas Catherine Ray, portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
Santos ordenó suspender el viaje a Cuba que debían realizar este lunes los delegados del Gobierno para iniciar un nuevo ciclo de la negociación con las FARC que comenzó en noviembre del 2012 y que busca poner fin a un conflicto de medio siglo que ha dejado más de 200.000 muertos.
El mandatario también pidió a las Fuerzas Militares intensificar todas las operaciones necesarias para rescatar al general y a sus dos acompañantes, así como una investigación para establecer por qué viajó a la zona violando los protocolos de seguridad.
Horas antes, el ministro de Defensa reveló que el Gobierno pidió al Comité Internacional de la Cruz Roja realizar las gestiones humanitarias pertinentes para que las personas secuestradas puedan volver sanas y salvas.
Pese al diálogo de paz en La Habana, la confrontación continúa y son frecuentes los ataques, los bombardeos y los combates.
Aunque han sido debilitadas por más de una década de ofensiva militar apoyada por Estados Unidos en la que han muerto varios de sus líderes, las FARC -que cuentan con unos 8.000 combatientes y son consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea- aún tienen capacidad de realizar acciones de gran impacto.
La semana pasada secuestraron a dos soldados durante combates en una región petrolera del noreste del país y los calificaron como "prisioneros de guerra".
En el diálogo de paz, las partes han logrado acuerdos parciales para dar acceso a la tierra a campesinos pobres, sobre garantías para que los guerrilleros puedan participar en la política, y sobre la lucha contra el narcotráfico. Todavía quedan pendientes temas complejos como la compensación a las víctimas, el fin de la violencia y la aprobación por parte de los colombianos de los acuerdos a través de un mecanismo como un referendo.
RELEVAMIENTO Y EDICION: María Belén Serra
FUENTE: Reuters