Los insurgentes del grupo terrorista Estado Islámico de Irak y Siria continuaron con sus avances en territorio iraquí este miércoles (11.06.22014), tras haberse hecho con el poder en Mosul, y esta vez tomaron el control de Tikrit, en el centro del país y ciudad natal del expresidente Saddam Hussein. De acuerdo a reportes de prensa, los milicianos tomaron un campo militar al sur de la ciudad, en un nuevo golpe a las fuerzas de Bagdad. A Tikrit los islamistas radicales ingresaron por cuatro puntos distintos y se adueñaron de varios edificios.
Los miembros de ISIS, un grupo que pretende formar un emirato islámico en territorios de Siria e Irak, buscan progresar con dirección a la capital iraquí y según CNN ya habrían ingresado a Kirkuk. En combates ocurridos en Biyi, las fuerzas de elite del Ejército, con la ayuda de clanes locales, habrían logrado hacer retroceder a los rebeldes, recuperando la ciudad, donde se encuentra una refinería de petróleo y la central de electricidad que abastece a Bagdad. Sin embargo, los insurgentes habrían quemado un tribunal y una comisaría antes de irse.
Los combatientes islamistas controlan ya amplios territorios en las regiones de Nínive, Al Anbar y Saladino. Solamente en Mosul, unas 500.000 personas huyeron hacia zonas consideradas más seguras. El gobierno central de Bagdad espera contar con el apoyo de los kurdos del norte del país para enfrentar la amenaza del islamismo radical.
Los combatientes islamistas controlan ya amplios territorios en las regiones de Nínive, Al Anbar y Saladino. Solamente en Mosul, unas 500.000 personas huyeron hacia zonas consideradas más seguras. El gobierno central de Bagdad espera contar con el apoyo de los kurdos del norte del país para enfrentar la amenaza del islamismo radical. Human Rights Watch teme que ISIS se haya apropiado de grandes arsenales militares y ahora utilice esos pertrechos en la guerra civil de Siria.
PRIMER MINISTRO ACUSA CONSPIRACIÓN
En Irak, mientras, el gobierno intenta encontrar una explicación al veloz progreso de los islamistas, ante la aparente inacción de las fuerzas de seguridad. El gobernador de la provincia de Nínive -de la que es capital Mosul-, Athil al Nuyaifi, acusó a los comandantes militares de haber entregado información incorrecta al primer ministro, para que éste no pudiera calibrar la gravedad de lo que se venía encima.
Además, acusó a los soldados de negarles armas a los civiles que querían defenderse de los insurgentes. Aparentemente, algunos miembros del Ejército y la Policía se habrían quitado los uniformes y huyeron escondidos entre la población civil. Este miércoles, la calma parecía imperar en Mosul, donde algunas tiendas volvieron a abrir sus puertas, mientras hombres de ISIS patrullaban las calles arriba de camionetas con banderas negras.
El primer ministro, por su parte, aseguró que “los comandantes que se retiraron serán castigados” y aseguró que la información que circula sobre los avances de ISIS es “errónea”. Asimismo, acusó a las fuerzas de seguridad de no ofrecer resistencia a los invasores y afirmó que hay una “conspiración”. Mañana jueves el Parlamento debatirá sobre la solicitud del primer ministro de decretar el estado de emergencia en esa zona del país. En horas de la tarde, la fuerza aérea iraquí bombardeó posiciones insurgentes en el este de Tikrit.
FUENTE: DW