Los países integrantes de la Organización de Estados Americanos (OEA) reafirmaron hoy el compromiso de "combatir la pobreza en todas sus dimensiones y de erradicar la pobreza extrema" del continente y garantizaron que formularán e implementarán "políticas económicas y sociales para profundizar el desarrollo económico con equidad".
Los conceptos están contenidos en la llamada Declaración de Asunción, aprobada por unanimidad en la segunda jornada de la 44ta. Asamblea General de la OEA, que deliberó ayer y hoy en la capital paraguaya.
En el texto se promueve "fortalecer la resiliencia de los países para hacer frente a los shocks externos y proteger los progresos alcanzados en la reducción de la pobreza".
Además, la declaración insta a "fomentar la inversión y la generación de empleo en todos los sectores para propiciar la distribución equitativa del ingreso, con criterios inclusivos" y exhorta a impulsar "políticas públicas con miras a fortalecer el respeto de los derechos humanos y asegurar la plena y efectiva participación de las mujeres, pueblos indígenas, afrodescendientes, niños y adolescentes, personas con discapacidad y personas mayores en la sociedad".
Llama a "prevenir, combatir y eliminar de todo tipo de intolerancia y discriminación, especialmente la discriminación de género, étnica y racial".
El compromiso incluye la puesta en marcha de "políticas de mejoramiento de los servicios de salud en todos los sectores de la población, asegurando la universalidad de la atención, con miras a la reducción de las desigualdades sanitarias".
Los países de la OEA prometieron también "continuar observando los principios democráticos y los derechos humanos como elemento esencial para el desarrollo social, político y económico de los pueblos, teniendo en cuenta que la democracia y el desarrollo integral son interdependientes y se refuerzan mutuamente".
Sobre las políticas públicas de seguridad, la Asamblea se pronunció por un enfoque multidimensional que contribuya al desarrollo integral y a la justicia social teniendo presente la interdependencia entre el desarrollo y la seguridad" e hizo especial hincapié en las "acciones conjuntas para combatir la delincuencia organizada transnacional y el tráfico ilícito".
El documento expresa la necesidad de "procesos de planificación, creación y modernización de infraestructuras de movilidad, energía y conectividad" y compromete a los países a "dar prioridad a las obras que generan movilidad de agentes económicos y amplían y mejoran la provisión y el acceso a servicios públicos".
Finalmente, la Declaración de Asunción insta a priorizar el desarrollo de políticas públicas y programas intersectoriales sobre inclusión social como "elemento esencial para alcanzar la gobernabilidad democrática y el pleno respeto de los derechos humanos".
Los 24 cancilleres, 5 vicecancilleres y 5 embajadores ante la OEA llegaron a Asunción con los ejes ya consensuados de esta declaración, lo que hizo que buena parte de las deliberaciones se desviara a hacia otros temas.
El conflicto Venezuela-EEUU, la aspiración de Ecuador de modificar la sede y el financiamiento de la CIDH, el litigio Chile-Bolivia, una declaración presentada por Brasil en contra de la discriminación por cuestiones de género y la presencia o no de Cuba en la próxima Cumbre de las Américas se llevaron buena parte de las dos jornadas de debate.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Priscila Pretzel
FUENTE: TÉLAM