La reunión duró una hora más de lo previsto pero apenas aportó nada nuevo a las relaciones entre Turquía y Europa. La canciller federal alemana Angela Merkel remarcó tras ella sus diferencias con su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan, que le había solicitado este martes en Berlín un mayor apoyo a la aspiración turca de ingresar en la Unión Europea. Alemania, dijo Merkel “considera que las negociaciones son un proceso con final abierto” sobre el que ella misma mantiene reservas. Su nueva coalición con los socialdemócratas del SPD no cambiará la postura de la democristiana respecto a Turquía, con la que, recordó, Europa mantiene unas negociaciones “sin plazos finales”. En la rueda de prensa que ofreció junto a Erdogan en la cancillería berlinesa, Merkel reconoció su propio “escepticismo” respecto al ingreso turco. La canciller habló, aun así, de “superar el bloqueo” y propuso abrir “cuanto antes” dos nuevos capítulos en las negociaciones.
Erdogan había pedido durante su estancia en Alemania que la canciller facilitara las conversaciones de ingreso con Turquía, que lleva desde 1999 en la lista de espera de la Unión. Durante un discurso previo a su encuentro con Merkel, el visitante habló de la “imposibilidad de que Europa atraviese el siglo 21 sin Turquía”.
Erdogan había pedido durante su estancia en Alemania que la canciller facilitara las conversaciones de ingreso con Turquía, que lleva desde 1999 en la lista de espera de la Unión. Durante un discurso previo a su encuentro con Merkel, el visitante habló de la “imposibilidad de que Europa atraviese el siglo 21 sin Turquía”. Las negociaciones formales entre Bruselas y Ankara duran ya desde 2005. Erdogan dijo en Berlín que “no sólo Turquía necesita a Europa, Europa también necesita a Turquía. Por su situación geográfica, por su demografía y por su potencial económico.
Merkel fue particularmente crítica con el islamista Erdogan durante la represión de los disturbios del pasado verano en Estambul. El programa electoral de su Unión Demócrata Cristiana (CDU) se presenta a las elecciones europeas de mayo el rechazo explícito al ingreso turco en la UE. También en su partido hermano bávaro, el socialcristiano CSU, descartan que Turquía sea pronto miembro de la Unión. Al hablar de las negociaciones “abiertas”, Merkel dijo que “cada país tiene que recorrer su propio camino hacia la democratización”. Su invitado aseguró que su Gobierno continuará “su política reformista”.
En la rueda de prensa, Erdogan negó la corrupción administrativa en Turquía y rechazó las acusaciones de brutalidad policial y la censura informativa en su país. La voluntad popular, se defendió, se expresa en las urnas. Aseguró que algunos grupos “criminales” tratan de “chantajear” a parlamentarios y otros políticos turcos. Ankara rechaza que se estén ejerciendo presiones sobre los jueces y la policía para impedir las investigaciones por corrupción que pesan sobre su Gobierno. En las inmediaciones de la Cancillería y de la Puerta de Brandeburgo se manifestaban mientras él hablaba decenas de personas contra su presencia en Berlín.
Erdogan también pidió ayuda para el aluvión de refugiados sirios que llegan a Turquía huyendo de la guerra civil. Explicó que ya han acogdo a 700.000 refugiados con un costo de 2.300 millones de dólares y con una aportación de solo 130 millones por parte de Naciones Unidas. Aseguró, no obstante, que seguirá acogiendo personas. Merkel apalabró con él la visita del ministro de Cooperación, Gerd Müller y de la Comisionada de Integración Aydan Özoguz a los campamentos de refugiados. Alemania, admitió Merkel, ha acogido a 28.000 sirios desde que comenzó la guerra hace 3 años, “no mucho en comparación con Turquía”.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Imanol Barrangú
FUENTE: El País