Berlusconi ha acabado por rendirse. Después de que ayer su delfín y hombre de confianza, el secretario general del Pueblo de la Libertad (PdL), Angelino Alfano, dejara claro que iba a hacer caso omiso a la orden de su mentor de boicotear el Gobierno de Enrico Letta, finalmente Il Cavaliere no ha tenido más remedio que cambiar de parecer y dar su apoyo al primer ministro.
El Ejecutivo superó des este modo la moción de confianza en la Cámara Alta con 235 votos a favor y 70 en contra, después de que Letta en su comparecencia ante el hemiciclo advirtiera de que una caída del Gobierno ahora podía ser "fatal e irremediable" para Italia.
Durante el debate precedente a la votación, Il Cavaliere dio su brazo a torcer pese a haber sido él mismo el que incendiara la política italiana obligando a sus ministros a dimitir. "Hemos decidido, no sin diferencias internas, apoyar al Gobierno", dijo el magnate de las comunicaciones que el próximo viernes verá cómo el Senado le revoca su escaño al haber sido condenado a cuatro años en el caso Mediaset.
Letta dijo que "Italia corre un riesgo que podría ser fatal. Acabar con este riesgo depende de nosotros
El cambio de postura de Il Cavaliere llegó tras una mañana marcada por las tensiones en el seno de su partido, encaminado hacia la ruptura interna después de que una veintena de sus parlamentarios se desmarcaran de Berlusconi y anunciaran su intención de apoyar a Letta. Alfano era la cabeza visible de este grupo.
En su intervención, Berlusconi señaló que tras escuchar el discurso de Letta en el Senado y su compromiso con medidas como las destinadas a la contención fiscal y la reducción de los impuestos sobre el trabajo, entre otras, y aunando las expectativas y el hecho de que Italia "necesita un Gobierno que produzca reformas", el PdL ha decidido mantener su apoyo al Ejecutivo.
Con todo, no desaprovechó la ocasión para reivindicar la responsabilidad demostrada por su formación en estos cinco meses de Gobierno y para lanzar una serie de criticas a Letta. Afirmó que los conservadores en este tiempo han hecho todo lo que estaba en su mano, aceptando que en un gabinete de Gobierno con 21 ministros, tan solo cinco hubieran sido de su formación, al tiempo que achacó los dos meses que fueron necesarios para formar el Ejecutivo tras las elecciones de febrero a las dudas del centroizquierda. Una comportamiento, el de su formación, que según Berlusconi, responde a "la esperanza de cambiar el país" y avanzar hacia "un clima de pacificación" que Italia necesita.
En sus primeras palabras ante la Cámara Alta, Letta dijo que "Italia corre un riesgo que podría ser fatal. Acabar con este riesgo depende de nosotros, de las decisiones que tomemos, depende de un sí o un no". Depende de nosotros, de los votos de esta Cámara salvar este riesgo".
"Los italianos están gritando que quieren un cambio", prosiguió durante un discurso en el que se ha mostrado optimista con los logros de su Gobierno. Insistió también en las medidas que planea aplicar para reflotar la economía y luchar con el paro -12,2% en la población general y 40% en el caso de los jóvenes-.
Tras la intervención de poco más de cuarenta y cinco minutos de Letta -interrumpida en varias ocasiones por los aplausos de decenas de senadores- y la respuesta de los distintos grupos, se produjo la votación final. Esta tarde le tocará a los los 650 diputados del Congreso, aunque la tensión tras el 'ok' de Berlusconi ya es mínima.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Imanol Barrangú
FUENTE: Público