El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, advirtió que todos perderán si se prende la mecha de la discordia, tras la ola de violencia iniciada hace tres días en coincidencia con una protesta de sunnitas y que ya provocó más de 120 muertos.
"Si se enciende la discordia no va a haber ni ganadores ni vencidos, todos serán perdedores y que se preparen los que la encendieron, tanto dentro como fuera de Irak porque se van a quemar los dedos", amenazó Al Maliki a través de un discurso televisado, reportado por la agencia EFE.
Al Maliki avisó que las autoridades no tolerarán ninguna agresión contra el ejército y la policía, del mismo modo que tampoco lo harán con los efectivos del orden que infrinjan la ley.
La ola de violencia actual se desató después de la muerte de 26 personas durante un ataque de las fuerzas del orden en una plaza, escenario de protestas sunnitas en la localidad de Al Hueiya, en la provincia de Kirkuk, al norte de Bagdad, contándose hasta ahora más de 120 muertos.
Al Maliki hizo un llamamiento a todos los iraquíes, sobre todo a los notables y jefes de clanes, clérigos, intelectuales y periodistas, para que "no se callen ante quienes quieren que el país vuelva atrás mediante el terrorismo".
"Si todos unimos nuestros esfuerzos y tenemos buenas intenciones podemos crear un Irak unido lejos de la discordia y de los enfrentamientos", afirmó.
SUNNITAS Y CHIITAS
En las últimas horas, en un video difundido por Internet, el gobernador de Nínive, Azil al Nuyaifi, pidió al Gobierno de Bagdad que retire a la Policía Federal y al Ejército de Mosul para que sean los cuerpos de seguridad locales los que protejan a los ciudadanos.
Al Nuyaifi afirmó que tanto la Policía Federal como el Ejército tienen agendas políticas y señaló que el ataque a los manifestantes de la plaza de Al Hueiya fue intencionado contra ciudadanos desarmados.
Por esa misma razón, Al Maliki criticó a aquellos que boicotean el país, en referencia a la alianza opositora Al Iraqiya, cuyos ministros no participan desde febrero en las reuniones del Ejecutivo.
"Las instituciones del Estado, el Gobierno y el Parlamento les pertenecen y son el punto de partida para el diálogo entre todos nosotros", le dijo al pueblo el primer ministro.
En tanto, desde ayer y tras varios enfrentamientos con los efectivos de seguridad, milicianos sunnitas controlan la población de Suleiman Bek, en la provincia de Salahedin, 80 kilómetros al oeste de Tikrit capital de la provincia.
La importancia de esta zona, de mayoría árabe sunnita y turcomana, radica en que está situada en la ruta que une Bagdad con las provincias del norte del país.
Salahedin fue escenario desde diciembre de manifestaciones de sunnitas contra el Gobierno con mayoría chiita de Al Maliki.
Los sunnitas se quejan de la discriminación que sufren por parte del Ejecutivo y piden la liberación de los detenidos sin cargos, la suspensión de sentencias de condena a muerte y la anulación de la "ley antiterrorista".
NUEVOS ENFRENTAMIENTOS
Al menos diez policías y nueve milicianos sunnitas murieron hoy en enfrentamientos en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, en el tercer día consecutivo de combates en esta zona del país, informaron fuentes militares.
Hombres armados atacaron Mosul, 390 kilómetros al norte de Bagdad anoche y tomaron algunas zonas del oeste de la ciudad tras usar el megáfono de una mezquita para congregar a fieles sunnitas para que se unieran a su lucha.
Fuentes militares expresaron que la Policía Federal y el Ejército recuperaron hoy el control de la mayoría de la zona, pero mantienen rodeada una comisaría tomada por los milicianos, que tienen cinco rehenes.
RELEVAMIENTO Y EDICIÓN: Pedro Arrospidegaray
FUENTE: Télam