El Gobierno nipón convoca al embajador argelino para pedir explicaciones sobre la operación de rescate de los secuestrados en Argelia. Más de una docena de japoneses trabajan en la planta gasífera asaltada
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Japón ha decidido este viernes convocar al embajador de Argelia en Tokio, Sid Ali Ketrandje, para pedirle explicaciones sobre la gestión del secuestro este miércoles de varios empleados extranjeros y argelinos en una planta gasística al sureste del país magrebí. El Ejército asaltó ayer las instalaciones, causando la muerte de al menos 30 rehenes y 11 terroristas. El Gobierno nipón ha asegurado que cerca de 20 japoneses trabajan en el complejo y que desconoce la situación de 14 de ellos.
El primer ministro, Shinzo Abe, ha llamado esta mañana desde Bangkok, donde se encuentra de visita oficial, a su homólogo argelino, Abdelmalek Sellal, para protestar y pedir el cese inmediato de la operación en la que, según fuentes militares citadas por Reuters, fallecieron siete empleados extranjeros, de los cuales dos japoneses. Abe ha anunciado que acortará su gira por Asia y regresará a Tokyo el sábado para gestionar la crisis argelina.
Un grupo islamista afín a Al Qaeda asaltó el miércoles una planta gasística situada cerca de In Amenas, cerca de la frontera libia, donde secuestró a al menos 41 trabajadores extranjeros y 150 argelinos en respuesta al apoyo de Argelia a la reciente intervención militar francesa en Malí. El Gobierno de Argel anunció pronto que no negociaría con los terroristas y dio ayer la orden al Ejército, que había rodeado el complejo, de atacar las instalaciones para liberar a los rehenes.
Todos los empleados japoneses son de la firma de ingeniería nipona JGC que trabaja en la planta explotada por la argelina Sonatrach, la británica BP y la noruega Statoil.
FUENTE: El País