El primer ministro británico asegura que el secuestro estuvo "bien planeado y los jihadistas estaban "fuertemente armados". Afirmó que no fue informado de la operación militar
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El primer ministro británico, David Cameron, ha revelado este viernes por la mañana en los Comunes que Argelia decidió atacar a los terroristas por su cuenta a pesar de que en las diversas conversaciones que ha mantenido con su homólogo argelino, Abdelmalek Sellal, desde el miércoles le había pedido que no hubiera una intervención militar sin que fueran consultados antes los países afectados por el secuestro.
A pesar de que no pudo disimular su contratiempo por una operación que los británicos no querían que se hiciera, Cameron quiso dejar claro de quién es "la culpa de lo que ha pasado: son los terroristas los responsables de este ataque y de la pérdida de vidas que ha provocado".
El primer ministro hizo estas declaraciones en la Cámara de los Comunes, que se reunió para escucharle a pesar de que los diputados suelen dedicar los viernes a atender a los votantes en sus circunscripciones electorales. El propio Cameron tenía que haber estado a esas horas en Ámsterdam para pergeñar su esperada visión del papel de Gran Bretaña en la Europa del futuro. Pero al tomar conciencia de la gravedad del ataque terrorista en Argelia, el jueves por la tarde decidió cancelar el viaje y concentrarse en la crisis.
El primer ministro pidió entonces al país que se preparara para recibir "malas noticias". En ese momento, Londres temía por la vida de una treintena de británicos. "Afortunadamente, ahora sabemos que ese número se ha reducido de forma bastante significativa", explicó. En estos momentos Londres estima que unos 10 ciudadanos británicos siguen desaparecidos.
En su intervención en los Comunes, Cameron ha intentado hacer un relato de lo que ha ocurrido en Argelia, aunque explicó que en la planta de gas "está a unas 18 horas por carretera de la capital, en medio del desierto del Sáhara, en uno de los lugares más remotos del mundo, y por eso hace falta tiempo para tener una imagen más clara y todos los detalles de lo que está pasando", justificó.
Explicó que el ataque empezó a primera hora del miércoles con la toma de dos autocares que se dirigían a la planta de gas. En ese primer ataque murió uno de los dos británicos que han sido dados por muertos hasta ahora.
Desde el primer momento, el Gobierno británico puso en marcha un programa de crisis tanto en Londres como en Argel. "Desde el principio, nuestra prioridad ha sido establecer la identidad y localización de los nacionales británicos, contactar con sus familias y hacer todo lo posible por su retorno sanos y salvos", dijo Cameron.
El primer ministro explicó que puso en marcha el comité interministerial de emergencia, COBRA, y que habló el miércoles por la tarde y luego en otras tres ocasiones con su homólogo argelino, al que expresó su apoyo en la lucha contra el terrorismo. "Pero también le enfaticé la importancia excepcional de velar por la seguridad de los secuestrados. Y le ofrecí apoyo técnico y de inteligencia, incluidos expertos en negociaciones y rescate de secuestrados, para buscar un final feliz al problema".
"Y le urgí a consultar con los países afectados antes de poner en marcha ninguna acción", enfatizó. "A lo largo de la mañana del jueves las fuerzas argelinas pusieron en marcha una operación. No fuimos informados de este movimiento. Cuando me lo comunicó el primer ministro argelino, la operación ya estaba en marcha", admitió Cameron.
"Me dijo que los terroristas habían intentado huir, que llegaron a la conclusión de que había una amenaza inmediata para la vida de los secuestrados y que se sintieron obligados a actuar", añadió el primer ministro británico.
Según medios británicos, Londres ha enviado un equipo de personal consular y de analistas de inteligencia del MI6 y el MI5 a Argel para ayudar a la liberación de los británicos que se cree que siguen secuestrados. No parece que en ese grupo haya miembros de las fuerzas especiales.
En Edimburgo, el ministro principal Alex Salmond ha declarado que varios escoceses de residencia figuraban entre los capturados en la planta de gas y que se ha confirmado que "están sanos y salvos".
La petrolera británica BP, que gestiona el campo junto a la noruega Statoil y la argelina Sonatrech, ha declarado esta mañana que la "seria situación" de la planta de In Amenas aún no está solucionada y "no está claro" lo que ocurre allí. "Hay un pequeño número de empleados de BP en In Amenas cuya situación y localización sigue siendo incierta", reconoce la compañía británica.
FUENTE: El País